Para subsanar el déficit de vacunas contra el sarampión que se presentó al cierre de la administración anterior, el Sector Salud recurrirá a un préstamo de inmunógenos de las reservas de Pemex y de la empresa paraestatal Biológicos y Reactivos de México (Birmex), para aplicar 773 mil dosis en la próxima semana de vacunación. Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, detalló que durante 2018 no se aplicó la inmunización contra el sarampión, lo que dejó expuestos a 700 mil menores.

El problema se presentó cuando la comercializadora Grupo Laboratorios Imperiales Pharma incumplió la entrega. La empresa argumentó que no fue responsabilidad suya, sino de la Cofepris, por no liberar a tiempo los lotes, pero dijo que ello se definirá en una investigación que ya inició el órgano interno.

Recalcó que, independientemente de la razón de la no distribución, “la administración anterior debió actuar con responsabilidad y decirnos ‘ésta es nuestra evaluación de riesgos y no logramos coberturas vacunales”; debió haberlo explicado así de transparente a la sociedad y atender la preocupación desde el inicio”.

Adelantó que la dependencia federal hará una evaluación de riesgos para detectar geográficamente y demográficamente la cobertura para definir conveniencia y las acciones a seguir.

Tanto en el país como en el resto del mundo, se produce una importación de sarampión por los viajeros que llegan de distintas naciones. En México hay de 80 a 100 casos en promedio de este tipo, la mayoría viene de Europa occidental y oriental, ya que desde 1998 comenzó una tendencia social a perder la confianza en la vacunación por una serie de ideas no fundadas en la ciencia que han asociado la inoculación de biológicos, en particular la de sarampión, con riesgos a la salud.

Recalcó que hay extensa evidencia científica que demuestra que la fórmula es segura. A pesar de ello, este fenómeno social se ha extendido en el viejo continente.

En México no está documentada la percepción de la población a la vacunación, pero nos preocupa que la tendencia mundial ha acrecentado la desconfianza, insisto, sin fundamentos científicos, agregó el funcionario.