El Instituto Nacional de Migración (INM) desmanteló este martes las instalaciones del centro de espectáculos El Barretal, ubicado en Tijuana, Baja California, que se utilizaron para albergar a los integrantes de las recientes caravanas de centroamericanos, donde hasta el lunes pernoctaban 80.

Ayer al mediodía, las carpas que sirvieron para alojar hasta a 4 mil migrantes comenzaron a ser retiradas por empleados federales. En la explanada del centro de espectáculos sólo quedaron dispersos trozos de madera y algunos objetos personales de los refugiados.

Luego de permanecer casi dos meses en la Unidad Deportiva Benito Juárez, que clausuraron autoridades sanitarias, el 29 de diciembre de 2018 la mayor parte de los centroamericanos fue trasladada a El Barretal; otros permanecieron en una bodega y en las calles de la zona norte de Tijuana.

Al cierre de esta edición, las autoridades federales no habían emitido información oficial sobre los albergues adonde llevaron a 80 migrantes que permanecían en el lugar. Algunas fuentes cercanas al caso dijeron que los centroamericanos se dirigieron a espacios propiedad de organizaciones civiles. Tampoco hubo información oficial sobre el lugar donde se albergará a los integrantes del grupo de más de mil 500 personas que al momento acampan en la unidad deportiva Magdalena Mixhuca, en la Ciudad de México, que decidan llegar a la ciudad fronteriza para solicitar asilo a Estados Unidos, o a los migrantes retornados del país vecino para que permanezcan en Tijuana mientras se resuelve su demanda de refugio.

En tanto, industriales de Tijuana cuestionaron el cierre de El Barretal. Dijeron haber empleado a centroamericanos que apenas están por cobrar su segundo sueldo, por lo que los caseros no los consideran solventes para rentar una vivienda cerca de sus centros de trabajo.

Asimismo, dieron a conocer que los bancos rechazan las visas humanitarias que el gobierno federal mexicano extendió a migrantes como documento de identificación, lo que les complica abrir cuentas para recibir en ellas sus salarios.

Mientras, 242 centroamericanos se entregaron a agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, adonde se internaron sin documentos. Autoridades estadunidenses informaron que el incidente ocurrió el jueves pasado en la comunidad Los Ajos, en el área desértica que comparten los estados de Sonora y Arizona.