Miércoles 30 de enero de 2019, p. 6
Por la explosión de una toma clandestina en Tlahuelilpan, Hidalgo, en distintos hospitales del país aún hay 10 heridos que se encuentran en estado muy grave y con pronóstico reservado debido a las altas probabilidades de fallecer.
Hasta ayer, la Secretaría de Salud federal reportó 117 personas fallecidas y 30 heridos que permaneceen hospitalizados.
El 18 de enero fallecieron 68 personas en el sitio de la explosión, y se registraron 81 heridos, quienes fueron trasladados a 15 nosocomios de nueve ciudades; 49 de ellos fallecieron en los hospitales debido a la gravedad de las lesiones, y sólo dos personas han sido dadas de alta.
Al presentar un balance de las acciones encabezadas por el sector salud, el director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, Ruy López Ridaura, detalló que 95 por ciento de los pacientes tenían más de 70 por ciento del cuerpo con quemaduras de segundo y tercer grados, y esta es una condición muy crítica que los ha puesto muy inestables. Hay 15 con apoyo ventilatorio y 15 que requieren todavía terapia intensiva
.
Entre los 10 con estado muy grave hay quienes presentan quemaduras en 90 por ciento del cuerpo, así como lesiones en órganos internos.
El pronóstico general de los muy graves es muy reservado, significa que hay altas posibilidades de un desenlace fatal, pero no es una condena y no es un asunto irremediable. Es importante hablar de pronóstico reservado porque los esfuerzos médicos continúan y por más que los cálculos y las expectativas que se comunican a las familias pueden ser sombríos, es indispensable no dejar de hacer todos los esfuerzos necesarios para rescatar la vida
, agregó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez.
Otros 14 heridos se encuentran en estado grave, entre ellos un menor que es atendido en un hospital especializado para niños quemados en Galveston, Texas.
Los seis restantes están en situación catalogada de delicada, entre ellos dos menores que también reciben atención médica en Galveston.
López-Gatell Ramírez explicó que ayer se puso fin al estatus de emergencia de salud pública, pero aclaró que se continuará atendiendo a todos los heridos.
Por instrucción presidencial, dijo, se harán cargo de todos los gastos médicos y de rehabilitación en caso de superar la fase hospitalaria.