A veces, Rey Vargas siente que ser campeón del mundo no es lo que esperaba. No es que esté decepcionado –aclara–, pero en los dos años que lleva con el título supergallo del Consejo Mundial de Boxeo, las gratificaciones no han sido como esperaba. No conoce la fama, al menos no como se representa en el imaginario de los boxeadores jóvenes, tampoco las fortunas amasadas por una intensa actividad en el cuadrilátero.

De hecho, desde hace un par de años que conquistó el título, sólo ha realizado tres defensas. Una cuenta magra si se considera que un monarca hace dos o tres al año. Como campeón, Vargas se siente desaprovechado.

“No sé cuál sea la razón –dice–, toda empresa de promoción quiere tener campeones, pero creo que no han explotado comercialmente mi título y he tenido poca actividad como monarca.”

Desea más promoción

Vargas siente impotencia al ver que otros boxeadores, con menores cualidades o sin méritos, tienen mayor promoción y éxito. No entiende qué es lo que determina que una empresa decida concentrar su atención en un peleador en detrimento de otro.

No es lo que imginaba, eso es cierto, reconoce; incluso mi mánager, Ignacio Beristáin, con toda la experiencia del mundo, me dijo: Te pagan menos que a un peso mosca; cuando investigué los tabuladores, pues me sentí muy decepcionado.

Desde luego que sus ingresos mejoraron con el campeonato –advierte–, pero está muy lejos de lo que proyecta la imaginación de un novato.

A 10 días de que realice su cuarta defensa del cetro que ganó en febrero de 2017, Vargas tiene otros alicientes, entre ellos el pelear en Estados Unidos, promovido por Golden Boy y transmitido por la plataforma DAZN, la misma que firmó el histórico contrato con Saúl Canelo Álvarez. El rival será el venezolano Franklin Manzanilla, el 9 de febrero en Indio, California.

Arriesgo mucho en esta pelea, explica; la verdad es que no tengo mucho para ganar con un rival así; no lo subestimo, pero no hay mucho ahí. Lo que sí puedo aprovechar es la proyección en Estados Unidos, para mí lo más importante es revertir este año la inactividad que tuve.

Vargas es un peleador invicto en 32 combates. Desde su lectura, tiene buenos argumentos para explotar la mercadotecnia de su carrera: sólo espera que estén dispuestos quienes lo manejan.