Parkes. Australia. Una vez al año la localidad minera australiana de Parkes se convierte en un festival de música y color, un Graceland que celebra durante cinco días al Rey del rock and roll. Los fans visten los famosos trajes blancos del cantante, cadenas doradas y pelucas negras para parecerse a su ídolo. Desde 1993 se dan cita en esta localidad en enero, mes del nacimiento de Elvis, quien murió en 1977 a los 42 años, y nunca visitó Australia. Las altas temperaturas en ese lugar, que pueden alcanzar 40 grados Celsius, no los intimidan. Reservan habitaciones de hotel con años de anticipación y abarrotan las zonas de caravanas. Los demás fanáticos acampan en estadios deportivos. Los organizadores estiman que en la edición de este año 27 mil personas asistieron a este festival y calculan que generó unos 9.3 millones de dólares. Mucha gente viene aquí y gasta mucho dinero, asegura Elvis Lennox –cuyo verdadero nombre, Neville Steven, lo cambió por el de su ídolo–, dueño de una colección de recuerdos que exhibe en un museo privado.