Los invitaron, les avisaron que había gasolina, que fueran, pero no se dedican a eso, afirmó la madre de uno de los hombres internados en un hospital con quemaduras graves por la explosión del ducto de Pemex que pasa por el municipio de Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo.

En otros nosocomios los familiares prefieren no hablar. Apenas estoy entendiendo. Es difícil estar en un lugar que uno no conoce (el hospital y la ciudad) y con mi familiar tan grave, explicó otra mujer, también madre de otro de los lesionados.

La mayoría de las 46 personas que hasta ayer permanecían hospitalizadas siguen en condición crítica. En el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, están internados cuatro y se encuentran graves, con muy alta probabilidad de fallecer, explicó el director del nosocomio, José Alfredo Merino.

Otros tres lesionados que se encontraban en hospitales del estado de Hidalgo fueron trasladados al Centro Nacional de Investigación y Atención a Quemados, del Instituto Nacional de Rehabilitación, donde continuarán los tratamientos.

Respecto de los menores de edad que resultaron con quemaduras graves, dos fueron trasladados al Hospital Shriners, en Galveston, Texas, y se analiza la posibilidad de llevar a uno más.

A los familiares los mantiene la esperanza de recibir alguna noticia alentadora. Lo que sea, pero que sobreviva. Acá los estamos esperando, dice el padre de un joven que el pasado viernes fue con vecinos y amigos al lugar de la fuga del ducto de gasolina.

En entrevista, el director del Centro Médico 20 de Noviembre aseguró que el periodo crítico se mantendrá mientras los pacientes requieran soporte avanzado de vida: sustancias que ayudan a mantener estable la presión arterial, sustitución de la función renal y/o ventilación mecánica asistida.

Por el momento, explicó, los cuatro varones –entre ellos un niño de 12 años– internados en este hospital de alta especialidad están muy graves, pero estables, con quemaduras en más de 80 por ciento de la superficie corporal. Su condición puede cambiar en cualquier momento.