Por la presunta presencia de cárteles implicados en el robo de hidrocarburos en Hidalgo, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que su administración ya se está encargando del tema, pero no buscará una confrontación que genere violencia.

Ayer, el Presidente de la República detalló en conferencia de prensa matutina las acciones que realiza el gobierno para enfrentar ese delito.

A su vez, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, informó que durante la madrugada del martes la cifra de víctimas fatales por la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, subió a 93.

Agregó que 46 personas heridas permanecen en hospitales del país; una más fue trasladada a Estados Unidos, y un paciente internado en un nosocomio de Ixmiquilpan presenta muy mal pronóstico ante la gravedad de las quemaduras que sufrió en la explosión.

Durante la conferencia, se preguntó a López Obrador acerca de los reportes de autoridades federales y ciudadanos que refieren la presencia de supuestos integrantes de los cárteles de Los Zetas y Jalisco nueva generación en al menos nueve municipios de Hidalgo por los que cruzan los ductos de Pemex.

Al respecto, sostuvo que los encargados de la seguridad pública y la fiscalía ya están actuando. Sin embargo, manifestó: Vamos a evitar responder la violencia con la violencia, pero hay vigilancia y se está actuando.

Indicó que el crecimiento exponencial de tomas clandestinas en Hidalgo en los dos años recientes está más relacionado con la pobreza en las comunidades por donde atraviesan los ductos que por la presencia de grupos criminales.

Se habla mucho de eso, que ya llegó un nuevo grupo, pero, aun si fuese así, lo que desgraciadamente sucedió, venía pasando; o sea, no fue la primera vez que se recogía combustible en este municipio, indicó al referirse a la ordeña del ducto en Hidalgo del viernes pasado.

El jefe del Ejecutivo federal dio a conocer que el lunes pasado se detectaron varias fugas y tomas clandestinas, pero reiteró que no cederá en el combate al huachicoleo.

No vamos a dar ni un paso atrás y no vamos a ceder, porque ayer nos sacaron de operación la mayoría de los ductos, nos los pincharon. Provocaron fugas, en algunos casos, peligrosas. Afortunadamente, la gente ya no acudió.

Señaló que en estos casos no hubo lesionados y se tuvo mejor control porque los ciudadanos no acudieron con bidones, como ocurrió en Tlahuelilpan, lo cual fue muy doloroso, es una tragedia aleccionadora, ojalá y ya no llegue la gente. Si hay una fuga, que nadie llegue, que no se acerquen, es un riesgo. Lo que queremos es que no llegue y por eso los programas de apoyo. Que se alejen de esa actividad.

Los ductos saboteados el lunes fueron el de Guadalajara-Salamanca, en cuatro ocasiones, y el de Tuxpan-Azcapotzalco, principal suministro de combustible al Valle de México. Aseguró que tras atenderse no generará desabasto de gasolina.