Las cifras con las que cuenta el gobierno federal confirmaron que 2018, el último año de mandato de Enrique Peña Nieto, fue el más violento en las dos décadas pasadas.

Los registros del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública colocaban a 2017 como el más violento –desde 1997– al sumar 28 mil 866 víctimas; sin embargo, 2018 cerró con 33 mil 341 homicidios dolosos.

Aunque se quitara el mes de diciembre, en que comenzó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en el último año de Peña Nieto –hasta noviembre– se reportaron 30 mil 499 víctimas de homicidio intencional, es decir, rebasó el acumulado de 2017.

Del total de las 28 mil 866 víctimas de 2017, 19 mil 963 fallecieron por disparo de arma de fuego, mientras en 2018, del total de 33 mil 341 homicidios dolosos, 23 mil 672 murieron por arma de fuego.

Comparado con el número de carpetas de investigación que se abrieron, en 2018 se iniciaron 28 mil 816 por homicidio doloso, de las que 19 mil 928 fueron por arma de fuego, mientras en 2017 se abrieron 25 mil 36 carpetas por el mismo delito en las que 16 mil 891 tuvo que ver un arma de fuego.

El 2017 terminó con 759 feminicidios, mil 390 secuestros y 5 mil 948 víctimas de extorsión; por otra parte, 2018 culminó con 861 feminicidios, mil 185 secuestros y 6 mil 351 extorsionados.

Los datos del secretariado revelan en diciembre de 2018 hubo 2 mil 842 víctimas de homicidios doloso en todo el país, cifra superior al último mes del gobierno de Peña Nieto en el que se contabilizaron 2 mil 687 víctimas.

Al desglosar las cifras, los estados en los que se reportaron más muertes intencionales en todo 2018 fueron: Guanajuato, 3 mil 29; Baja California, 3 mil 139; estado de México, 2 mil 652; Guerrero, 2 mil 472; Jalisco, 2 mil 420; Chihuahua, 2 mil 190; Veracruz, mil 569; Ciudad de México, mil 380; Puebla, mil 277, y Tamaulipas, mil 100 víctimas.

Entidades como Guanajuato y Puebla se ven inmersas en la violencia en gran medida por las organizaciones criminales que se disputan el control de las tomas clandestinas en ductos de Pemex, de donde obtienen grandes ganancias.