Londres. El director de orquesta británico Simon Rattle presentó ayer los ambiciosos diseños para una nueva sala de conciertos de 370 millones de dólares en el corazón de Londres.

El director musical de la Orquesta Sinfónica de Londres (LSO, por sus siglas en inglés) dijo que era maravilloso presentar finalmente los planes para una nueva sala.

La idea de que puede haber un nuevo centro cultural en Londres (...) es muy emocionante, expresó.

Los planes proyectan la actual locación del Museo de Londres, que se está reubicando en las cercanías, transformado en un espacio de conciertos ultramoderno, revestido en vidrio, que refleja el mantra de la orquesta de transparencia y acceso.

El salón con 2 mil asientos hará eco de una formación geológica, con los pasillos y filas de butacas imitando estratos de roca.

Enormes miradores en la parte superior permitirán que los niños visitantes vean los ensayos, a petición de Rattle.

Elizabeth Diller, socia fundadora del estudio de diseño Diller Scofidio + Renfro, encargado de los proyectos, destacó que el espacio sería informal durante el día y muy atractivo por la noche.

El edificio también albergará espacios comerciales, talleres, áreas públicas y lugares para comer.

El pináculo del edificio en forma de cuña albergará un espacio de actuación para el jazz, con St Pauls proporcionando un espectacular telón de fondo a través de una enorme ventana.

No habrá jerarquía en los asientos, según Diller, con todos los asientos destinados a ofrecer vistas claras.

El proyecto cuenta con el respaldo entusiasta de la Corporación Ciudad de Londres, el órgano de gobierno local y el Centro Barbican, que dirigirá el lugar.

El principal obstáculo ahora sigue siendo unir un plan de negocios y una contribución privada para la recaudación de fondos, apuntó Nicholas Kenyon, director del Barbican.

Este es un gran pedido, un proyecto ambicioso, creemos que es absolutamente genial y con un diseño visionario, pero no estamos diciendo en este momento que todos los recursos están ahí. Tenemos otro año para planificar eso.

La sala de conciertos tardaría cuatro años en construirse, una vez que los ocupantes del sitio actual se hayan mudado, agregó.

Rattle se ha quejado de que la sala de conciertos del Centro Barbican, donde actualmente se encuentra la LSO, sólo le permitió poner 80 por ciento de las obras que le gustaría interpretar.

El proyecto para una nueva sala de conciertos ha sufrido una serie de contratiempos, incluida la retirada de fondos del gobierno.