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Tragedia en Tlahuelilpan
Edil: no ofendan a víctimas diciéndoles huachicoleras
Enviado y Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 21 de enero de 2019, p. 5

Tlahuelilpan, Hgo., Esto fue una tragedia y no voy a permitir que llamen huachicoleros a los ciudadanos de Tlahuelilpan. Aquí hubo víctimas por la falta de oportunidades y por el abandono del gobierno federal, declaraba el alcalde Juan Pedro Cruz Frías, mientras los restos de ocho de las 79 personas que han fallecido a consecuencia del estallido de una toma clandestina en el ducto Tuxpan-Tula eran sepultadas.

Esta vez el centro de este municipio se llenó con cientos de pobladores que acudieron a misa de 12, con ramos de flores y coronas, como parte del ceremonial con que acompañaron a los familiares de César Jiménez, Mario Reyes y Misael Contreras.

Mientras ello se desarrollaba en la parroquia de San Francisco de Asís y el obispo Juan Pedro Juárez Meléndez oficiaba misa, en el Centro de Cultura Regional muchos habitantes seguían buscando información de los desaparecidos, y otros partieron de allí rumbo a Ciudad de México para conocer el estado de salud de quienes resultaron lesionados.

Uno de los primeros sepelios que se realizaron ayer fue el de Gerardo Preciado Cornejo, habitante de la comunidad de Teltipan, municipio de Tlaxcoapan, a las 11:30.

Él era taxista, dijo su hermano Hipólito, quien afirma haber sido testigo del estallido de la toma clandestina. Yo pasé por allí con mi camioneta y al pasar me dijeron que estaban regalando gasolina, pero me quedé en la orilla de la carretera. Sin embargo, su hermano, que estaba cerca del ducto, resultó lesionado y murió cuando recibía atención médica, mientras su sobrino Andrés, quien fue rescatado por otras personas, se encuentra en el hospital de Pemex en la capital del país.

En la misa de 12, el obispo pidió ayuda divina para aceptar la voluntad de Dios, y que los heridos sanen sus quemaduras.

Minutos después los féretros de César Jiménez, de 35 años de edad y oficio taxista; del albañil Mario Reyes, de 50 años, y de Misael Contreras partieron al panteón local acompañados de cientos de pobladores.

Cuando la procesión se realizaba, en el sitio de la explosión el alcalde señaló: “desafortunadamente algunas personas aprovechan la oportunidad para asomar la cabeza políticamente y sacar tajada. Esto fue una tragedia y no voy a permitir que ofendan a mis ciudadanos llamándolos huachicoleros”.