El programa de tandas para pequeños empresarios anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador fue bien recibido por dirigentes de microfinancieras y de la llamada banca social al considerar que muestra voluntad política para atender a la base de la pirámide o los micro-micro empresarios, al tiempo que descartaron que les genere competencia.

Pequeños negocios, tiendas, talleres y comercios podrán acceder a créditos a la palabra que pagarán mes con mes, sin intereses, y tienen un año para finiquitar su deuda. Si lo logran, entonces tendrán derecho a pedir otro crédito y el programa arrancará con un millón de beneficiados, según detalló el mandatario el pasado 15 de enero.

Sin embargo, Isabel Cruz, directora de la Asociación Mexicana de Uniones de Créditos del Sector Social, que agrupa a cooperativas y sociedades financieras populares, criticó que se pretendan masificar créditos sin que haya una estrategia integral de capacitación y fortalecimiento del microempresario.

También lamentó que no se tome en cuenta a la banca social, conformada por 202 instituciones que atienden a 12.5 millones de personas en el país en 3 mil 450 sucursales, e incluso advirtió del riesgo de que esos créditos que otorgue el gobierno federal sean utilizados por los microempresarios, en su mayoría mujeres, para pagar las deudas que ya tienen con microfinancieras, cuyas tasas de interés son muy altas.

“El anuncio fue muy sorpresivo y expresa buena voluntad política, pero empezar con el crédito puede ser un error porque puede masificar subsidios sin una estrategia de fortalecimiento. Todo mundo piensa que el problema central de los microempresarios es dinero, pero no, hay tres o cuatro factores que ellos consideran más importantes antes que el financimiento porque ese, así lo dicen, lo consiguen con sus familiares.

Los problemas que enfrentan son los mercados monopolizados, las capacidades empresariales para manejar los negocios y la burocracia en trámites que conlleva extorsiones. Siempre han dicho que su primer barrera es la formalización y la segunda los mercados, como tercera yo agregaría la fortaleza o capacidades empresariales, comentó en entrevista.

Además, Isabel Cruz sostuvo que la banca social puede colaborar con el gobierno federal en dicho programa y no partir de cero, ya que cuenta con mayor infraestructura, cobertura e incluso credibilidad que, por ejemplo, Bansefi o Banco Azteca.

Será como una escuela

En cambio, Claudia Revilla, directora de Prodesarrollo, una red que aglutina 83 microfinancieras, sostuvo que el programa servirá como una escuela de educación financiera para los microempresarios más necesitados y consideró que será una alianza y sinergia para el sector que representa. Esos microempresarios, admitió, la verdad nosotros no los atendemos.