Una de las razones de la interrupción del suministro de hidrocarburos después de un sabotaje es la insuficiente capacidad de almacenamiento de combustibles, que sólo garantiza una reserva para tres días de abastecimiento. Mientras, el organismo encargado de inversión en infraestructura de Pemex sólo contará con un presupuesto de 900 millones de pesos para este año, revelan informes de la empresa y la Secretaría de Hacienda.

Durante los pasados 17 años Pemex sólo ha construido la terminal de almacenamiento Tapachula II, en Chiapas, la cual entró en operación en 2016 y agregó menos de uno por ciento a la capacidad total de almacenamiento a escala nacional, según registros oficiales.

Los más recientes informes de Pemex detallan que al día de hoy hay suficientes volúmenes de hidrocarburos en las siete terminales de almacenamiento, con 5.3 millones de barriles, de los cuales corresponden 3.1 millones a gasolinas y 2.2 millones a diésel.

Además, hay 7 millones de barriles de combustible que transportan 40 buques que se encuentran fondeados en las costas del Pacífico y del Golfo de México.

De esos 40 buques, ya son 15 los que se encuentran en tránsito para descargar 3.8 millones de barriles de gasolinas, diésel y turbosina en los puertos de Rosarito, Topolobampo, Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Coatzacoalcos y Tuxpan.

En el caso de la Ciudad de México el flujo se interrumpe cada vez que hay un sabotaje o tomas clandestinas, porque ante la ausencia de inversión para construir infraestructura de almacenamiento, cada barril que sale de las refinerías o desembarca de los buques se tiene que comercializar casi inmediatamente.

Al respecto, Ramsés Alejandro Pech Razo, consultor independiente en energía, señaló que es necesario aumentar la capacidad de almacenamiento, porque la actual sólo aporta una reserva para tres días en promedio.

Recordó que las metas establecidas en 2016 por la Secretaría de Energía dictaminan que en 2020 tenemos que llegar a una capacidad de reserva para cinco días y en 2025 alcanzar 15 días.

Lo que falta es aplicar una política y una estrategia energética de construcción de infraestructura, porque si se resuelve en 90 por ciento el robo de combustibles debe de haber capacidad para guardar los excedentes.

Los informes de Pemex señalan que la semana pasada (lunes 7-lunes 14 de enero) las ventas de gasolina regular aumentaron 7.9 millones de litros al pasar de 119.1 millones a 127 millones, con respecto a la semana precedente.

Entonces, si se efectúa una interrupción en el flujo de combustible por un sabotaje o por el exceso de tomas clandestinas identificadas, al restituirse el suministro por ducto se tarda entre nueve y 18 horas, lo que quiere decir que el volumen requerido en la Ciudad de México queda reestablecido en menos de 24 horas.

Adicionalmente, en este año se van a importar 90 mil barriles diarios de crudo ligero para completar el abastecimiento de las refinerías, entonces México va a continuar con las importaciones tanto de combustibles como de crudo para la mezcla que alimenta las refinerías.

El especialista determinó que la integridad de la red y los centros de almacenamiento son vulnerables a cualquier alteración o cambios provocados en el interior y el exterior.

Por ello, Pech Razo también propuso la aplicación de una política de almacenamiento cabal y una nueva red actualizada de ductos por medio de la creación de una empresa independiente del Estado que vigile y monitoree la red. Esta nueva empresa deberá estar integrada por ingenieros militares, que tienen conocimientos de logística.