Balance 2013-18
Miércoles 16 de enero de 2019, p. 31
El desempeño de la política social de la administración pasada fue insuficiente y aunque tuvo avances en algunos derechos sociales, la población en pobreza no se redujo, ya que 53.4 millones de personas estaban en pobreza en 2016, cien mil más que en 2012. Tampoco hubo cambios en los grupos históricamente discriminados: indígenas, adultos mayores y jóvenes.
Esto señala el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en el documento Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018: balance del sexenio, divulgado ayer, en el que se precisa que si bien hubo avances en la reducción de carencias sociales, lo cual redujo la pobreza extrema de 11.5 millones en 2012 a 9.4 millones en 2016, la falta de dinamismo del ingreso de los hogares generó un incremento de la población en situación de pobreza, sobre todo la moderada.
Refiere que hubo avances en materia de seguridad social y seguridad alimentaria, pero se rezagaron temas como urbanización y vivienda, producción agrícola, pesquera y forestal, tanto en el sexenio pasado como en los previos, y la planeación derivada de la legislación en la materia no fue adecuada y no se le dio seguimiento efectivo, lo cual implica errores de implementación y falta de resultados.
Precisa que de 25 programas de desarrollo social derivados del Plan Nacional de Desdarrollo (PND) hay 276 indicadores de seguimiento a los objetivos; al evaluarse su desempeño se encontró que en 60.9 por ciento fue insuficiente.
El reto, menciona, es continuar con el diseño de políticas públicas para mejorar las condiciones de la población en pobreza extrema y en pobreza moderada y hacerlo también más allá de los satisfactores mínimos de bienestar.
El aumento en el ingreso corriente de las familias a un nivel superior al de la línea de pobreza, aunado a la disminución de las carencias, permitirá reducir los índices de pobreza en México. En un momento de transición como el que actualmente vive el país, en el que hay un cambio de administración y se prevé un rediseño de las políticas económicas y sociales, es primordial reflexionar sobre los avances y retos derivados de la planeación e implementación de las políticas públicas.
Plantea que contar con estos hallazgos contribuirá a la formulación de un adecuado PND 2019-2024, así como programas sectoriales y transversales, y que estas herramientas constituyan una verdadera ruta de planeación y seguimiento para generar mejores resultados en 2024.
En la evaluación del PND del sexenio pasado, menciona que mediante cinco metas nacionales, tres estrategias transversales y 107 programas, el gobierno federal buscó instrumentar la política pública, pero a partir de los resultados de las evaluaciones a los programas derivados del PND, se identificó que existe una desvinculación entre los procesos de programación y de presupuestación con la planeación nacional, con prioridad en los primeros.
Entre los retos que plantea está impulsar un crecimiento económico de largo plazo que incluya a cada uno de los sectores de la población, para ello sería pertinente implementar estrategias que impulsen la productividad o redistribuyan el ingreso
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