En un contenedor enviamos diversas especies, huevos de la mosca de la fruta y levaduras para formar una minibiosfera simple, explicó científico
Miércoles 16 de enero de 2019, p. 2
Chongqing. Una semilla de algodón, llevada a la Luna por la sonda china Chang’e-4, es la primera en brotar en el satélite natural de la Tierra, de acuerdo con científicos que realizaron un experimento de minibiosfera.
Después de llevar a cabo un descenso suave en la cara oculta de la Luna, la misión Chang’e-4 concretó el primer experimento de minibiosfera sobre su superficie.
La sonda llevó, en un contenedor instalado en el módulo de aterrizaje, semillas de algodón, colza, papa y arabidopsis, así como huevos de la mosca de la fruta y algunas levaduras, para formar una minibiosfera simple, según Xie Gengxin, director de diseño del experimento, que depende de la Universidad de Chong-qing, en el suroeste de China.
Las imágenes enviadas por la sonda mostraron que un brote de algodón ha evolucionado bien, aunque no revelaron el crecimiento de otras plantas.
El contenedor tiene forma cilíndrica y mide 198 milímetros de alto, 173 de diámetro y tiene una masa de 2.6 kilos. Está hecho de una aleación de aluminio. Contiene agua, tierra, aire, dos pequeñas cámaras y un sistema de control térmico, detalló Xie.
Las cámaras sacaron más de 170 fotografías y las enviaron a la Tierra, señaló el equipo.
A la pregunta de por qué se eligieron estas especies, Xie respondió que las patatas pueden ser un muy importante alimento para los viajeros espaciales del futuro. El periodo de crecimiento de la arabidopsis, una pequeña planta floral de la familia del repollo y la mostaza, es corto y fácil de observar. Las levaduras podrían permitir regular el dióxido de carbono y el oxígeno de la minibiosfera, y la mosca de la fruta, como consumidor, aportaría al proceso de fotosíntesis.
Los investigadores usaron técnicas biológicas para mantener en estado latente las semillas y los huevos durante los dos meses durante los que la sonda pasó por las revisiones finales en el centro de lanzamiento y los 20 días de viaje por el espacio.
Tras el aterrizaje, el 3 de enero, el centro de control de Tierra ordenó a la sonda que regara las plantas para empezar el proceso de cultivo. Un tubo dirige la luz natural de la superficie de la Luna al contenedor para permitir el crecimiento.
Modo de reposo
La sonda entró en modo de reposo
el domingo con la llegada de la noche lunar, durante la cual la temperatura puede caer hasta 170 grados bajo cero. La vida en el contenedor no sobreviviría a la noche lunar
, explicó Xie.
El experimento ya ha finalizado. Los organismos se descompondrán de forma gradual en el contenedor, perfectamente aislado, y no afectarán al entorno lunar, indicó la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA, por sus siglas en inglés).
Aunque los astronautas de la Estación Espacial Internacional ya habían cultivado plantas y en el laboratorio espacial Tiangong-2 se plantó arroz y arabidopsis, esos experimentos se realizaron en órbitas terrestres bajas, a una altitud de unos 400 kilómetros. El entorno lunar, a 380 mil kilómetros de la Tierra, es más complejo.
No teníamos experiencias similares y no podíamos simular elementos del entorno lunar como la microgravedad y la radiación cósmica
, apuntó Xie.
Los investigadores confían en que el experimento les aporte conocimientos para construir una base lunar y una residencia en la Luna en el largo plazo.
Xie dijo que el experimento quiso inspirar el entusiasmo de los jóvenes por la exploración espacial y popularizar conocimientos científicos, como el de la fotosíntesis.
El público, en especial la juventud, ha sido animado a participar en la misión Chang’e-4. La CNSA, el Ministerio de Educación, la Academia de Ciencias de China, la Asociación para la Ciencia y la Tecnología de China y otras agrupaciones organizaron un concurso entre estudiantes de toda China en 2015, en el que pidieron ideas sobre qué introducir en el contenedor. La minibiosfera lunar
fue el experimento elegido entre los más de 250 propuestos.