En algunas, las restricciones para vender el combustible se redujeron
Miércoles 16 de enero de 2019, p. 28
Día con día se van sumando gasolineras abiertas que despachan combustible más horas, cada vez con filas menos largas de automóviles y con una reducción hasta de 80 por ciento en los lapsos de espera; no obstante, aún falta tiempo para que las estaciones de servicio regresen a la normalidad.
Un recorrido efectuado por varias gasolineras –que continúan con vigilancia policiaca– permitió constatar que las restricciones para despachar el combustible se redujeron de manera importante, pues muchos automovilistas pudieron llenar el tanque de sus unidades y no sólo obtener 20 o 40 litros; ya se aceptaron pagos con tarjeta; en algunas estaciones se siguió surtiendo en garrafones y bidones, a pesar del llamado a no hacerlo; también hubo algunas estaciones que suspendieron el servicio al acabárseles la gasolina.
En varios puntos de Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Xochimilco los conductores enfrentaron problemas para cargar, toda vez que varios negocios continuaron cerrados, otros únicamente vendían diésel o bien seguían racionando la venta del combustible un máximo de 25 litros por vehículo.
En la estación de servicio de División del Norte y Xicoténcatl expendían sólo gasolina Magna; la de avenida Cuauhtémoc y Colima abrió, atendió, se acabó el combustible y cerró; en la de avenida Bosque Real se vio una larga fila de automovilistas; la de Río Consulado y Norte 180 continuó por tercer día consecutivo cerrada, y la de Río Consulado y Siberia sólo vendía gasolina Premiun.
En tanto, la estación de servicio de la calle Mérida número 110 anunciaba con cartulinas que no había tope de venta del combustible; en la de Legaria y Carrillo Puerto dejaron que la gente se formara y se les surtió en garrafones; la de Insurgentes, a un lado del Monumento al Caminero, también ofreció el combustible en bidones, pero sólo 40 litros. No así la gasolinera del cruce de la calzada Ignacio Zaragoza y avenida Guelatao, que dejó en claro en una manta que no vendía el carburante en ningún tipo de contenedor.