Dante Delgado, coordinador de los senadores de Movimiento Ciudadano (MC), pidió ayer al presidente Andrés Manuel López Obrador que no se deje presionar en la lucha contra el robo de gasolina.

Tener el encargo significa asumir las consecuencias y si está recibiendo presiones y las tiene identificadas, que actúe en consecuencia, señaló el legislador luego de que el mandatario reveló que ha recibido intimidaciones por su decisión de acabar con el huachicol.

Mientras, Ángel Ávila, integrante de la dirección colegiada del Partido de la Revolución Democrática, consideró que Rocío Nahle debe renunciar a la Secretaría de Energía por su incompetencia al autorizar que se redujera la importación de gasolina de Estados Unidos.

Antes de que el jefe del Ejecutivo desmintiera la disminución de las compras del combustible, Ávila aseguró en su cuenta de Twitter que el supuesto combate al huachicoleo huele más a un montaje para tapar una pésima decisión.

Marko Cortés, dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), calificó en redes sociales de inaceptable que 29 buques esperen descargar gasolina, pues el costo adicional por ello es de 30 mil dólares por día y por embarcación. Asimismo, el coordinador de los diputados federales del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, demandó al gobierno federal un calendario para regresar a la normalidad el abasto del combustible.

Al ser entrevistado en el contexto de las audiencias públicas en la Cámara de Diputados sobre la creación de la Guardia Nacional, el panista dio la bienvenida a la lucha contra el robo del energético, pero al mismo tiempo consideró que ha fracasado la estrategia de distribución por ineptitud. La vida cotidiana está desquiciada, dijo, por lo que se requiere un plan integral que no sólo considere el combate al saqueo, sino también el abasto, añadió el ex gobernador de Guanajuato.

Romero Hicks también indicó que deben preverse las consecuencias del cierre de ductos, pues si se logra erradicar el huachicoleo no descartó que los grupos delincuenciales se extiendan a otros delitos, como el secuestro, la extorsión o el robo a casa habitación.