La desigualdad está a la vanguardia del debate público, basta leer los editoriales de los periódicos o visitar la sección de economía de cualquier librería para darse cuenta. El Fondo de Cultura Económica (FCE) ha publicado una serie de libros sobre este tema con la finalidad de mejorar la comprensión sobre este fenómeno económico y social.

A pocos días de ejercer nuestro derecho al voto para elegir a nuestros representantes o para decidir no hacerlo, sea cual sea nuestra decisión, es importante discutir, analizar y repensar la marca histórica de la desigualdad. De la pluma del economista británico Anthony B. Atkinson y del académico y economista mexicano Rolando Cordera Campos, el FCE ofrece los títulos: Desigualdad ¿Qué podemos hacer? y La perenne desigualdad, respectivamente.

El primer libro es producto de las reflexiones que el doctor Atkinson ha reunido a partir de conferencias y de una investigación sobre la economía de la desigualdad que ha desarrollado desde 1966 junto con sus colegas del Inequality Group.

Este libro está dirigido al lector general interesado en economía y política. No encontrará ecuaciones complicadas ni palabras rebuscadas, y en caso de encontrarlas, el libro tiene un glosario en la parte final que lo despejará de las dudas que se hagan en el camino de su lectura.

Se compone de tres partes: un diagnóstico histórico, propuestas para reducir la desigualdad y objeciones a las propuestas. La estructura pretende contestar de manera uniforme la pregunta central del libro: si queremos reducir la magnitud de la desigualdad, ¿cómo se puede lograr? El objetivo del texto de Atkinson es delinear los caminos a seguir, mas no el destino final.

La primera parte establece una definición clara sobre el concepto de la desigualdad. Dice el autor: “Se habla mucho de ‘desigualdad’, pero también hay mucha confusión, dado que el término significa distintas cosas para diferentes personas”.

También busca dar importancia al pasado: Las fuerzas que condujeron a la reducción de la desigualdad en las décadas de posguerra provén una guía para el diseño de políticas para el futuro.

En la segunda parte el profesor de la London School of Economics formula propuestas de política concretas que podrían propiciar cambios genuinos en busca de una menor desigualdad en el ingreso de las personas. Éstas buscan fomentar una mayor intervención del gobierno en la economía y son un plan de acción que las naciones pueden tomar para sus gobiernos y que deben ajustarse a su propio enfoque y contexto nacional.

En la tercera parte Atkinson afirma que algunas de las propuestas para reducir la desigualdad pueden tener efectos negativos, aunque puntualiza: no existe una presunción general de que esto ocurra. El especialista dice que la redistribución de la riqueza tiene que financiarse y que sus propuestas aporten los incentivos suficientes para alcanzar una correcta redistribución.

Al término del libro, Atkinson argumenta que estas medidas requieren de verdadero liderazgo político que, de implementarse, será necesario que la acción tenga lugar a lo largo del gobierno y que además no sean solo los servidores públicos los únicos lectores del libro.

El segundo libro es resultado de un interés por la cuestión social en México, y a diferencia del primero, los textos que se presentan están lejos de ser capítulos formales.

Sobre la desigualdad en nuestro país Rolando Cordera opina que: “Nunca como ahora se habían dedicado tantos esfuerzos intelectuales y metodológicos a comprender y medir el fenómeno de la pobreza y la desigualdad (…) Estoy convencido de que la (re)construcción política de México tendrá que convertirse en ruta política y legal”.

El enfoque que el catedrático de la UNAM utiliza es el histórico. A lo largo del libro también aborda aspectos económicos, sociales, políticos y éticos. El objetivo del libro, añade, es coadyuvar a un reconocimiento de la sociedad para que esta se mire y deje de eludir su rostro social. El libro es un conjunto de proclamas abiertas contra la desigualdad y por el desarrollo.

Uno de los argumentos de Cordera es que la desigualdad es la paradoja más importante de la historia de México. Esto debido a que, apunta: Los grandes movimientos de la base social del país, como la Independencia y la Revolución, junto con los discursos estelares de sus élites, han querido siempre tejerse en torno a la cuestión de la desigualdad, pero esta se mantiene imperturbable.

Para el autor, esta paradoja sólo podrá solucionarse con la existencia de un Estado capaz de sortear las tormentas globales y encauzar las pugnas distributivas tendrá que forjarse al calor de una dialéctica turbulenta entre la disputa por el poder y la lucha por la redistribución social.

Ambos libros invitan al lector a adentrarse al tema de la desigualdad sin dificultad alguna. El primero permite tener una visión global, mientras el segundo aterriza en el contexto nacional.

Recomiendo a los lectores interesados que primero lean al doctor Atkinson y después a Cordera, o que visiten alguna librería del Fondo de Cultura Económica para elegir entre todo el conjunto de libros que tiene sobre el tema.

Por Luis Enrique Trigo Villagómez

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