Con una inversión de 100 millones de pesos, el gobierno de Ciudad de México tiene previsto modernizar el sistema de justicia cívica y acabar con la corrupción que existe en esa área, además de establecer un nuevo modelo de información y vigilancia, así como la contratación de jueces cívicos y secretarios.

El consejero Jurídico y de Servicios Legales, Héctor Villegas, detalló que los juzgados cívicos operan a 70 por ciento de su capacidad, con carencia de jueces e instalaciones abandonadas, lo que ha generado retrasos y falta de atención a las personas.

La estrategia a seguir, en principio, será lanzar una convocatoria el próximo 15 de enero en la Gaceta Oficial de Ciudad de México para contratar a 50 jueces y 50 secretarios –con los que se cubrirá al ciento por ciento los juzgados cívicos–, instalar un nuevo programa de cómputo para tener bases de datos confiables, con fotografías y huellas digitales que puedan ser compartidas entre un juzgado y otro, lo que actualmente no sucede.

No sabemos si la gente que llega ahí tiene un antecedente penal o algo por el que lo estén buscando y simplemente el juez lo arresta o lo multa y no sabemos nada de ellos, apuntó.

También se creará un sistema de supervisión desde la oficina ejecutiva de justicia cívica para vigilar que los jueces se encuentran en su lugar de trabajo, se promoverá que los pagos de derechos sean a través de cajeros automáticos, para reducir la corrupción, pues hay muchos que aún se hacen en efectivo.

Para la selección de jueces se conformará un comité integrado por representantes de instituciones educativas, entre ellas la Universidad Nacional Autónoma de México y la Escuela de Administración Pública de la capital.

A su vez, el director general de Juzgados Cívicos, Alejandro Ojeda, informó que con la nueva justicia cívica se pretende la universalidad en sanciones y se prevé que los ciudadanos infractores realicen trabajo comunitario por acciones como desperdiciar agua, tirar basura, ingerir bebidas alcohólicas en vía pública, apartar lugares en la calle, no recoger heces fecales, orinar en sitios abiertos, riñas, vandalismo, arrancones y llamadas falsas a servicios de emergencia.