Los usuarios de tarjetas de crédito bancarias tuvieron que realizar pagos por concepto de anualidad de entre 601 y mil 251 pesos, mientras la tasa de interés efectiva promedio ponderado osciló entre 25.7 y 63.5 por ciento, dependiendo del producto y los periodos de liquidación de los créditos, revelan los últimos informes del Banco de México.

Los Indicadores básicos de tarjetas de crédito, a junio de 2018, precisan que aproximadamente 45 por ciento de los productos correspondientes a tarjetas clásicas cobraron a junio de 2018, una anualidad de entre 601 y 800 pesos en términos nominales y 21.1 por ciento no cobraron anualidad.

Poco más de 43.7 por ciento de los productos de tarjetas Oro registraron una anualidad de entre 801 y mil pesos. Sólo 23.3 por ciento no cobraron anualidad.

En el caso de las tarjetas Platino, que son las de más alta gama de atributos y recompensas, 98.2 por ciento cobraron una anualidad de mil 251 pesos o más.

De acuerdo con el Banco de México, la anualidad promedio ponderada de las tarjetas Clásicas, que son las de mayor uso por parte de la población, disminuyó de 496 a 474 pesos, lo que representa una baja de 8.6 por ciento en términos reales.

Por su parte, el número de tarjetas Oro aumentó 1.9 por ciento en un año a 5 millones 671 mil tarjetas y se ofrecieron 56 productos dentro de este segmento. La anualidad promedio ponderada de las tarjetas Oro aumentó 20 pesos pasando de 756 a 776 pesos, lo que representa una disminución de 1.9 por ciento en términos reales, de junio de 2017 a junio de este año.

En junio de 2018, las instituciones bancarias y sociedades financieras de objeto múltiple reportaron a Banco de México un total de 25.7 millones de tarjetas emitidas para personas físicas, con un saldo de crédito de 368.9 mil millones de pesos.

Crece índice de morosidad

El índice de morosidad de las tarjetas de crédito se ubicó en 5.3 por ciento, un aumento de 3 décimas de punto comparado con 5 por ciento observado en junio de 2017. De esta manera, la morosidad en los plásticos está entre las más elevadas de los créditos al consumo, superada sólo por los personales que alcanzaron 6.7 por ciento.

Los préstamos para automóviles tuvieron un índice de morosidad de 1.7 por ciento y de nómina de 3 por ciento, a junio de 2018.