Nuevo gobierno deberá aplicar reformas políticas desafiantes
Miércoles 9 de enero de 2019, p. 19
A pesar de que hay una menor incertidumbre relativa al comercio internacional, tras la revisión del acuerdo comercial de América del Norte, las políticas públicas aún inciertas, condiciones de financiamiento más estrictas y la perspectiva de una inversión aún escasa en México son elementos que apuntan a que el crecimiento del país no rebase la moderada
tasa de 2 por ciento que hasta ahora pronostica el Banco Mundial (BM)para este año, según un reporte de la propia institución.
De acuerdo con las Perspectivas de la Economía Mundial, en México el crecimiento será de 2 por ciento, ligeramente por debajo del 2.3 por ciento previsto en junio de 2018, y pronostica cierre de 2019 en ese mismo 2 por ciento; seis meses atrás la predicción era de 2.5 por ciento. Para 2020 y 2021 el BM anticipa un avance de 2.4 por ciento en México y un pronóstico de crecimiento en América Latina de 1.7 por ciento en 2019, que tenderá hacia el 2.5 por ciento en 2021, soportado principalmente por un mejor consumo interno.
En el reporte también contempla que para este año retrocedan los riesgos relacionados con las elecciones de 2018, que generaron una considerable incertidumbre en países como Brasil y México
; no obstante, señala que a los nuevos gobiernos les tocará implementar reformas políticas desafiantes
.
Política monetaria menos acomodaticia
Según el BM, México se encuentra junto con India, Pakistán, Filipinas y Rumania, entre los países donde las presiones de los precios, la ampliación de los déficit fiscales y de la cuenta corriente, o en algunos casos la volatilidad de los mercados financieros y de divisas han provocado un cambio hacia una política monetaria menos acomodaticia
. Hasta el cierre de 2018 la tasa mexicana se colocó en 8 por ciento, y bancos privados no descartan incrementos adicionales.
Señala que las condiciones en el orbe que han mantenido baja la inflación en la última década se están disipando en forma paulatina
.
No hay garantía de que puedan mantenerse las tasas de inflación históricamente bajas y estables en las economías de mercados emergentes y en desarrollo (…) “Los factores a largo plazo que han contribuido a reducir la inflación en los 50 años recientes –el comercio mundial y la integración financiera, y la adopción generalizada de sólidos marcos de política monetaria– pueden perder impulso o revertirse. Mantener baja la inflación mundial puede resultar tan difícil como haber logrado bajarla”, expuso.
En el mismo reporte, el BM prevé una ligera caída en la perspectiva de crecimiento del producto interno bruto mundial, de 3.0 a 2.9 por ciento para 2019, en particular por la escalada de las tensiones comerciales y las presiones financieras en mercados emergentes.
“Varios acontecimientos podrían frenar aún más la actividad económica. El aumento de los costos del endeudamiento podría deprimir los flujos de capitales y provocar una ralentización del crecimiento en muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo.
El incremento de las deudas pública y privada en el pasado podría acrecentar la vulnerabilidad a los cambios de las condiciones de financiamiento y de la actitud del mercado. La intensificación de las tensiones comerciales podría resultar en un menor crecimiento mundial y perturbar las cadenas de valor interconectadas a escala mundial
, expone el texto.