nte un sistema monetario internacional cada vez más especulativo, inestable y pernicioso donde grandes agentes manipulan a su antojo y conveniencia los mercados, es preciso salir de la trampa monetarista o al menos mitigar la vulnerabilidad de las economías nacionales ante el enorme poder financiero.

Crisis financieras cada vez más amplias recurrentes y devastadoras van despertando una consciencia social creciente de optar por gobiernos que en lo interno protejan a las economías nacionales de la depredación financiera, y en lo externo pugnen por un renovado orden internacional que regule y controle a un capitalismo global enloquecido y destructivo.

Objetivo central dentro de esta reestructuración internacional sería la creación de una moneda mundial estable para las transacciones comerciales y financieras. De hecho, el embrión de esta moneda ya existe desde hace medio siglo en forma de la unidad de cuenta – Derecho Especial de Giro (DEG) – que día a día calcula el Fondo Monetario Internacional con base en las cotizaciones compensadas de cinco divisas (dólar, euro, yen, libra y yuan) (Gráfico 1). Primer paso enorme sería lograr que las operaciones internacionales empezaran a cotizarse en DEG para reducir la volatilidad cambiaria, las renovadas guerras monetarias y la especulación global.

El dólar.- En 2018 se revaluó 4.49% frente al euro y 6.04 frente a la libra; esto es, ante un dólar fuerte ambas divisas se devaluaron como muchas otras monedas: el rublo se devaluó en el año -20.70% ante el dólar, el yuan -5.24, la rupia -9.47, el peso chileno -13.08, el real brasileño -17.14, y el peso argentino -106.97%. El peso mexicano terminó el año con una devaluación marginal de -0.10%. El yen japonés fue la única divisa relevante que se revaluó frente al dólar 1.83% (Gráfico 2).

El peso.- Con cifras del Banco de México (que varían ligeramente respecto a las del FMI), el peso registra una revaluación de 0.04% frente al dólar en 2018, de 4.69 con el euro, de 5.80 con la libra, de 5.20 con el yuan, y de 2.40% con el DEG. Frente al yen, a la inversa, muestra una devaluación de -5.35% (Gráfico 3).

Oro y plata.- Favoritos de la especulación, el oro y la plata muestran en la década cotizaciones marcadamente erráticas. El oro se cotizó al cierre de 2008 en 863 dólares la onza, subió a 1,667 en 2012, bajó a 1,060 en 2015 y cerró 2018 en 1,282 (Gráfico 4).

Más volátil aun, el precio de la plata saltó de 13.08 dólares la onza en 2008 a 36.77 en 2010 para derrumbarse a 11.30 en 2016 , y cerrar 2018 en 15.47 dólares.

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