La anterior administración de Ciudad de México dejó con retrasos muchas obras que debieron ser terminadas en 2018; el avance no llega ni a 50 por ciento, entre ellas la ampliación de la Línea 5 del Metrobús –de San Lázaro a la Glorieta de Vaqueritos–, proyecto que concluirá a finales de este año, señaló la jefa de Gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum Pardo.

Explicó que en esa situación se encuentran el Tren Interurbano, el Museo Interactivo de Iztapalapa y la recuperación del cine Cosmos; incluso está el caso de la carretera México-Tulyehualco, dañada por el sismo de 2017, que se debió terminar ese mismo año, y “la encontramos abandonada.

Recibimos muchas trabajos a medio hacer, particularmente la ampliación de Línea 5 del Metrobús, expresó. Agregó que en otros casos hubo gran descoordinación entre los gobiernos delegacionales y central.

Ejemplo de lo anterior, es la ampliación de la Línea 12 del Metro, de Mixcoac a Observatorio, donde la construcción de una lumbrera que correspondía a la alcaldía de Álvaro Obregón se postergó porque no hubo la coordinación necesaria.

Al respecto, la Secretaría de Obras y Servicios capitalina explicó que la demora en la ampliación de la Línea 5 del Metrobús se debió en principio al cambio de trazo, pue s originalmente iría por Calzada del Hueso y se cambió a la de Las Bombas; además ha habido problemas como la reubicación de tuberías de Petróleos Mexicanos.

Otra situación relacionada con esa obra, es la construcción de dos colectores, en conjunto con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, para disminuir los riesgos de encharcamientos en Canal de Miramontes, a lo que se suma que no se tiene suficiente presupuesto y hace falta concluir la conciliación con los vecinos por el cambio de trazo.

La falta de presupuesto, agregó la dependencia, se observó en proyectos como la carretera Xochimilco-Tulyehualco, donde transcurrió más de un año y no llegaban los recursos, por lo que durante el periodo de transición se tuvo que presionar para que se autorizaran 70 millones de pesos con los cuales se arrancó la obra y ahora con la nueva administración se asignó a ese proyecto 170 millones de pesos.

En el caso del Tren Interurbano, añadió, los recursos federales llegaron tarde y no hubo tiempo para realizar los trabajos que le correspondían a la ciudad, por lo que se tenía que devolver dicho presupuesto. Nos encontramos grandes cantidades (de dinero) en los últimos años que se devolvían a la Federación, porque no se ejecutaban las obras, expresó