La nueva administración federal debe incluir en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2014, un programa integral de eliminación de la hepatitis C para contar con recursos para prevención y tratamiento, consideró Miriam Castellot, directora ejecutiva de la organización Unidos por una vida mejor.

En entrevista con La Jornada, expuso que entregó al presidente Andrés Manuel López Obrador documentos con la petición, cuando estuvo en Baja California, pues la agrupación tiene sede en Mexicali.

Añadió que en los dos sexenios anteriores no fueron tomadas en cuenta sus propuestas. Tenemos 12 años luchando por esto. En ese lapso no nos dieron un minuto de atención. Empezamos cuando no existían estos medicamentos que permiten una cura de 95 a 100 por ciento. Antes había fármacos que daban 45 por ciento. Esta es la única enfermedad crónica que puede ser curada.

Reconoció que los medicamentos antivirales denominados pangenotípicos son caros, “pero es más costoso tener una persona cirrótica o con cáncer de hígado porque requieren demasiadas intervenciones y se desarrollan enfermedades extrahepáticas. Resulta más caro no curarla, que hacerlo.

Tenemos 600 mil enfermos en el país, y 95 por ciento no lo sabe. Yo fui paciente de hepatitis C, ya estoy curada, pero tengo cirrosis, que me ocasiona muchas enfermedades extrahepáticas, porque no se me curó a tiempo. La hepatitis C, se convierte en cirrosis y si se descuida más, hasta en cáncer de hígado puede derivar.

Tras señalar que la organización que dirige ha realizado 12 mil pruebas de detección”, y hemos encontrado 2.3 por ciento de incidencia”, refirió que hay naciones, como Francia que ya han eliminado este mal o que están a punto de hacerlo.

Miriam Castellot subrayó que la Organización Mundial de la Salud ha exhortado a los países para que esta enfermedad se elimine en 90 por ciento de los casos para 2030, se reduzca la mortalidad, en 75 por ciento, se diagnostique en 90 por ciento y el acceso a tratamiento sea de 80 por ciento.

Comentó que los primeros síntomas del contagio pueden presentarse 20 a 25 años después de adquirida. Es una enfermedad silenciosa que avanza en el daño al hígado, por ello se requiere también una campaña nacional de información y prevención.

Confió en que con los cambios al sistema de salud que emprenderá la nueva administración se dé mayor relevancia a esta enfermedad, con el fin de poder eliminarla y dijo que se pugna por paciente diagnosticado, paciente que debe ser curado.

Indicó que en el norte del país está la mayor prevalencia y dijo que se hizo un exhorto por conducto del Senado.