l Grupo de Lima y sus intenciones: El diario boliviano Página 7, al igual que la llamada gran prensa sudamericana –o sea, la prensa ultraconservadora perteneciente a grandes empresas– destaca la resolución del llamado Grupo de Lima que desconoce la elección del presidente venezolano Nicolás Maduro. México es integrante de dicho grupo organizado por el Departamento de Estado desde Washington, pues Peña Nieto lo incorporó al mismo pero, en esta ocasión, por lo menos se abstuvo de votar la resolución injerencista, lo cual honra al nuevo gobierno mexicano que defiende la idea de que la negociación debe prevalecer sobre las agresiones de todo tipo. Porque dos cosas son evidentes: la primera es que los gobernantes deben ser reconocidos o repudiados por sus compatriotas, no por ultraderechistas y derechistas extranjeros opresores de pueblos hermanos a los que ningún gobierno consulta; la segunda, que el desconocimiento de la elección venezolana forma parte de la preparación política y sicológica para un intento de derrocamiento de Maduro desde el exterior, que debe ser denunciado y aislado antes de que sea demasiado tarde.

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Varias I: En Venezuela, mientras tanto, Últimas Noticias informa que la empresa petrolera estatal Pdvsa aumentará este año su producción, que cayó abruptamente debido a problemas con las piezas de recambio y por una mala gestión. El opositor El Nacional reporta en cambio que el precio de los inmuebles y de los alquileres caraqueños cayó en 75 por ciento porque, según el diario, los que se van del país dejan muchas casas abandonadas.El periódico El Universal, por su parte, señala que el precio del barril de crudo venezolano aumentó 4.23 dólares y se recuperó llegando a 52.12 dólares.

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Varias II: El diario cubano Granma comunica que el 24 de febrero se realizará el referéndum sobre el nuevo texto constitucional previamente discutido en asambleas populares a partir de un texto oficial. Juventud Rebelde, en cambio, subraya la persistencia de los chalecos amarillos franceses. La Folha de Sao Paulo, por su parte, dice que en el gabinete ministerial de Jair Bolsonaro hay diferencias sobre las privatizaciones de empresas y sobre la ulterior modificación de la legislación laboral. O Estado de Sao Paulo sostiene que Bolsonaro habla de reformas antes de consultar a sus ministros y dice que la inexperiencia se suma al voluntarismo para complicar todo.