Tokio. Un atún de 278 kilogramos alcanzó ayer el precio récord de 333.6 millones de yenes (3.1 millones de dólares, 60.8 millones de pesos) en Tokio, suma inesperada para las primeras subastas de Año Nuevo en el mercado recién abierto de Toyosu.

A las 5:10 de la mañana, hora local (14 horas más que en el centro de México), las campanas suenan para marcar el inicio de la venta.

Cientos de atunes frescos y congelados son adjudicados, uno a uno, durante un espectáculo visual y sonoro que sólo los entendidos pueden comprender. Los compradores pujan mediante gestos codificados.

Es un bonito atún, más caro de lo previsto, expresó el comprador Kiyoshi Kimura, dueño de la cadena de restaurantes Sushi Zanmai, quien ya poseía el récord anterior, más de dos veces inferior, en 2013, por un ejemplar más pequeño, de 222 kilogramos.

Antes de mediodía quedará cortado y vendido en forma de sushi al precio habitual de la casa.

Cambio de era

Como cada año, el atún vendido es pescado en las costas de la prefectura de Aomori, norte del archipiélago.

El precio pagado equivale a cerca de 11 mil 400 dólares (alrededor de 223 mil 500 pesos) el kilo.

Según Kimura, el número de atunes propuestos en Toyosu fue, sin embargo, inferior a lo que se presentaba en Tsukiji, antiguo mercado tradicional de pescado en la capital japonesa, y esta escasez de bellas piezas hizo que los precios se dispararan.

Espero que la primera venta de Año Nuevo, que despierta enorme interés, se convierta en símbolo del entusiasmo (generado) por este mercado de Toyosu, declaró, por su parte, la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike.

Se trata de la primera subasta del año en Toyosu, centro inaugurado el 11 octubre para suceder al mercado legendario de Tsukiji, que tuvo que cerrar tras 80 años de existencia.

También se trata de las últimas subastas de Año Nuevo de la era Heisei, la del emperador Akihito, quien abdicará a finales de abril, tras 30 años de reinado.

Mejorar el mercado

El ayuntamiento de Tokio, que decidió cerrar Tsukiji, quiere que Toyosu acabe siendo igual de popular que su antecesor, pero la propia estructura de Toyosu (conjunto de edificios moderno en un barrio alejado del centro) constituye un obstáculo, pues el de Tsukiji era un sitio muy pintoresco y situado cerca del centro de la capital.

Además, aunque ningún problema haya perturbado el periodo, muy cargado, de las fiestas de Año Nuevo, según un dirigente del mercado, Shigo Yokota, sí que surgieron algunos problemas, como admitió entre dientes el representante de los mayoristas, Yoshihiko Otaki: Este año queremos reflexionar todos juntos para mejorar el mercado y actuar para que sea accesible a todo el mundo.

Incluso después de la clausura de Tsukiji, que se decidió tras un debate que duró décadas, muchos compradores aseguraron que iban de mala gana a Toyosu, si bien reconocían que el estado del otro mercado, muy viejo, suponía un problema.