Para delinear la posición definitiva del gobierno mexicano frente al plan migratorio de Estados Unidos hacia los refugiados, funcionarios mexicanos no lograron ponerse de acuerdo el viernes, por lo que retomarán este domingo el análisis de alto perfil a fin de dar a conocer la postura oficial mañana, como lo pidió el Presidente.

Especialistas y funcionarios de las secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores desmenuzan el anuncio de Washington acerca de enviar a México a los centroamericanos que le han solicitado asilo mientras desahoga los procedimientos y emite una resolución.

Fuentes consultadas por este diario dijeron que se podría plantear un esquema mucho más acotado a la intención del gobierno del vecino país; es decir, si bien es difícil exponer un rechazo absoluto al plan estadunidense, México deberá poner condiciones.

La mañana del jueves, apenas recibió el documento de la embajada de EU, la cancillería dijo que recibiría a las personas en esa situación por razones humanitarias , pero el comisionado del Instituto Nacional de Migración advirtió que no hay condiciones operativas ni legales para hacerlo.

El tema provocó dos posiciones que se pusieron sobre la mesa el viernes, pero el encuentro no fue concluyente, así que se reunirán este domingo. Por una parte, indicaron las fuentes, es un tema de alto nivel, el primero para fijar una posición clara frente a Estados Unidos, especialmente en una materia tan delicada como la movilidad humana, pero también es necesario analizar la Ley de Migración.

La norma mexicana prevé la asistencia a población vulnerable, a través de las visas humanitarias, pero éstas se expiden –entre otras causales– para solicitantes de refugio al Estado mexicano.

Si bien el canciller, Marcelo Ebrard, y funcionarios de Gobernación han dicho que México no será tercer país seguro (el sitio donde un extranjero puede esperar respuesta a una petición de protección internacional), también deben analizar el aspecto constitucional que pondera los derechos humanos.

México tiene actualmente su propio rezago y cúmulo de expedientes de solicitantes de refugio. Se prevé que al cierre de 2018 habrá recibido 28 mil peticiones, pero adeuda respuestas de 14 mil 039 casos, que representan 22 mil 278 personas.