Sábado 22 de diciembre de 2018, p. a12
En los estantes de novedades discográficas esplende uno de los mejores discos de todo 2018: Yo-Yo Ma Six evolutions Bach Cello Suites.
Preludio alemanda courante zarabanda minueto giga
a ante bajo cabe con contra según sin sobre tras de desde por
primavera verano otoño invierno
alpha beta gamma delta épsilon eta theta iota kappa lambda
nature at play
journey to light
celebration
building
struggle for hope
epiphany
los seis movimientos de las seis suites para violonchelo solo de Johann Sebastian Bach se titulan así: preludio, alemanda, courante, zarabanda, minueto, giga.
Y así se enlistan, como lo hicimos líneas arriba, las preposiciones y las estaciones del año, las primeras letras del alfabeto griego.
Así titula Yo-Yo Ma las seis suites para violonchelo solo de Johann Sebastian Bach: Nature at play, Journey to Light, Celebration, Building, Struggle for Hope, Epiphany.
Se trata de la tercera vez que este gran violonchelista y antropólogo franco estadunidense de origen chino, Yo-Yo Ma (París, 7 de octubre 1955), graba esta obra monumental, piedra de toque, referencia, alpha y omega.
En opinión del crítico de música de The New Yorker, Alex Ross, máxima autoridad en musicología y periodismo musical de la actualidad, este disco es: ‘‘the loveliest experience of my listening year”.
La escucha de este álbum de dos discos es una experiencia a profundidad:
fragancias erotismo elegancia porte clase.
Hay muchos momentos literalmente orgásmicos en las seis suites para violonchelo solo de Johann Sebastian Bach.
Las seis suites constituyen una meditación zen. ¿Para qué sirve la música? Se pregunta Yo-Yo Ma. Para ayudarme a vivir, responde.
Esta partitura ha sido su dulce compañía desde que cumplió cuatro años de edad. En esa fecha su papá, en París, le enseñó la primera de las seis suites ‘‘palmo a palmo” sin ver ninguno de ellos el papel pautado.
‘‘Recuerdo desde ese día cuando niño y hasta la fecha, el placer estético que experimento al encontrar el espacio y tiempo exactos entre el suave aterrizaje de la última nota de la Zarabanda y el delicado incremento de energía en la cadencia inicial del Minueto.”
Erotismo en estado puro.
Preludio alemanda courante zarabanda minueto giga.
Las seis suites para violonchelo solo de Bach son un coito laargo laaargo.
A través del tiempo, Yo-Yo Ma ha observado en esta partitura a un autor, Bach, ‘‘que es músico/científico, porque expresa observaciones muy exactas acerca de la naturaleza humana”.
La magia de Bach: ‘‘su sistema composicional es al mismo tiempo explícito e implícito y requiere del escucha un estado de inconsciencia auditiva que le permita completar lo que el violonchelo está solamente sugiriendo, para culminar en una arquitectura monumental que trasciende al instrumento”.
Six evolutions es la tercera grabación discográfica de Yo-Yo Ma con la misma obra: ‘‘la primera vez que la grabé tenía 28 años de edad, acababa de salir de una operación quirúrgica en la columna vertebral y gracias al apoyo de Jill, mi esposa, me atreví a responder mi pregunta: ¿quién soy yo para acometer lo que muchos grandes artistas esperan años y años para realizar? Y mi respuesta fue: vivir el instante. Esa grabación captura mi profunda gratitud por una nueva oportunidad de vida”.
La segunda grabación ‘‘la hice cuando había cumplido 42 años y sentía urgencia por compartir el misterio de las suites de Bach, que a su vez me habían compartido muchas personas de todas edades. Niñas y niños me enviaban cartas expresando lo que significaba para ellos escuchar esta obra. Decidí preguntar también a varios artistas de probada profundidad de pensamiento: coreógrafos, cineastas, creadores de varias disciplinas, y a un jardinero. El resultado: Inspired by Bach, seis filmes documentales que muestran este proceso de inmersión y creación”.
¿Por qué grabarlas por tercera vez?, se preguntó Ma recientemente.
La respuesta: ‘‘porque al cumplir 62 años me percaté de que he evolucionado (el disco se titula Six Evolutions) y mi sentido del tiempo musical y del tiempo vital ha mejorado: para mí, hoy el tiempo se expande y se comprime simultáneamente. Tengo conciencia plena del devenir”.
Ese sentido del vector temporal se nota en su manera de respirar, construir las frases, deletrearlas, trazar óleosde Botticelli, cuadros de Escher, retratos de Rembrandt.
La calidad de audio de la grabación que hoy recomendamos con regocijo es tan exquisita que escuchamos a Yo-Yo Ma respirar, el roce del arco (una obra de arte: un artefacto construido por Benoit Rolland) contra las cuerdas del violonchelo Stradivarius y prácticamente escuchamos el chisporrotear de las partículas de brea mezclada con talco (polvo mágico, ámbar y níveo) revoloteando en ese asombroso intersticio que se forma entre las bocinas y nuestro corazón.
¿Cuál es la diferencia entre las tres versiones que ha grabado Yo-Yo Ma de las seis suites de Bach?
La fragancia del sonido. Su majestuosidad. La sensación inenarrable de sueño en vigilia. Esa atmósfera tan sensual, tan íntima, tan de ensoñación. Una alegría contagiosa. La sabiduría traducida en sonido.
La algarabía de la primera grabación del joven Ma, si la reescuchamos con la atención puesta al revés, es decir, como si no hubiéramos escuchado aún la tercera grabación, que hoy recomendamos, es una fogata que no cesa, una hoguera.
El espíritu meditativo de la segunda grabación, si la reescuchamos con la atención puesta en diagonal, es decir, con la perspectiva de comparación entre la primera y la tercera grabación, resulta en una experiencia mágica: una sensación de déjà vu mezclada con sorpresa, una franja delicada de matices entre el gris y el blanco, una raya en el horizonte nevado, una gota que nos sabe a miel si nadamos mar adentro.
El disco Las Seis Evoluciones... es una manera de renacer, una forma solemne de mostrar contento, una sonrisa púrpura en medio de la jungla. Es El nacimiento de Venus de Botticelli con un anillo puesto, como se observa en la foto de las manos de Yo-Yo Ma pulsando su arco Benoit Rolland sobre las cuerdas de su violonchelo.
Es una sonrisa que dice: te amo para siempre.