Si el actual gobierno tuviera voluntad real y suficiente para liberar a los presos políticos, podría hacerlo de manera ágil por conducto de una ley de amnistía, sin importar si las víctimas están acusadas de delitos federales o del fuero común, y sin necesidad de que primero se declararan culpables de alguna falta.

Así lo indicaron Alejandro y Francisco Cerezo, integrantes de la organización civil Acción Urgente para Defensores de Derechos Humanos, quienes consideraron que si esta medida no se ha concretado es por una pugna entre diversas facciones del gobierno actual, no por la dificultad de la tarea o por falta de opciones legales para cumplirla.

Entrevistados en una actividad político-cultural realizada ayer en el Museo Casa de la Memoria Indómita, los activistas señalaron que aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ya ha manifestado que sí habrá una amnistía para presos políticos, en realidad parece estar buscando otras opciones para liberarlos, como el indulto o la existencia de recovecos jurídicos en los expedientes de los detenidos.

Eso indicaría que la voluntad política no alcanza para lograr la liberación. Si hubiera una ley de amnistía, ni siquiera sería necesario hacer listas (de posibles beneficiarios) o que alguien revise sus expedientes, porque si la amnistía es un olvido, en realidad no interesa si se cometió un delito o no, subrayaron.

La libertad de los presos de conciencia es una cuestión de voluntad política, porque la amnistía es una herramienta jurídica muy noble. Morena tiene mayoría en el Congreso, pero hay una pelea entre sus grupos de derecha e izquierda para definir si esta medida se concreta o no, insistieron.