El 9 de enero de 2019 es la fecha límite que tiene el gobierno federal para recomprar los bonos que se emitieron en el sexenio pasado para financiar el aeropuerto de Texcoco, aseguró Gerardo Ferrando Bravo, director del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), en una entrevista radiofónica.

El tema financiero es el primero de los tres que se deben resolver para cancelar la obra, dijo en la entrevista radiofónica. Después se cerrarán los contratos, pues reiteró que todavía se llevan a cabo cinco obras en Texcoco y se decidió concluir con las más importantes, como la instalación de las plataformas o lozas del edificio terminal (340 mil metros cuadrados de superficie con metro y medio de profundidad) y de lo que sería el centro de transporte (140 mil metros cuadrados).

El funcionario señaló que el tercer punto será determinar el destino de las 5 mil hectáreas donde se decidió edificar la terminal aérea y que forman parte de las 14 mil hectáreas que abarca en total la zona del antiguo lago de Texcoco, pues la idea es que se preserve como una reserva ecológica e incluso lo que se desecó podrá restituirse.

A esa importante inversión le queremos dar un uso y estamos en contacto con la gente de Comisión Nacional del Agua. Es un reto. Como no va a ser aeropuerto vamos a ver qué uso le damos en un lugar que va a ser un símbolo, es darle importancia a la vida en esta área metropolitana, sostuvo el funcionario.

Indicó que todo lo que ocurre en esa zona tiene un enorme efecto en el clima del resto del área metropolitana y el construir el aeropuerto ahí hubiera tenido desventajas por la urbanización que implicaba.