Domingo 2 de diciembre de 2018, p. 41
El Congreso de Ciudad de México dará trámite de manera inmediata a la terna de candidatos para ocupar la Secretaría de la Contraloría que envíe el jefe de gobierno capitalino, José Ramón Amieva Gálvez, a propuesta de la próxima titular del Ejecutivo local, Claudia Sheinbaum Pardo, aunque la designación será posterior al inicio de su administración, el próximo 5 de diciembre.
Los presidentes de la Comisión de Transparencia y Combate a la Corrupción y la de Rendición de Cuentas y de Vigilancia de la Auditoría Superior de Ciudad de México, Carlos Castillo Pérez y José Luis Rodríguez Díaz de León, respectivamente, a las que corresponderá dictaminar la terna para someterla a consideración del pleno, consideraron abrir un plazo para recibir opiniones de los ciudadanos respecto de las tres personas propuestas, como establece la Constitución Política capitalina para el caso de las iniciativas.
En tanto, Rodríguez señaló que una vez que la terna les sea remitida por la mesa directiva tendrán una reunión para definir el calendario y el formato de las entrevistas a Teresa Monroy Ramírez, Juan José Serrano y Luis Antonio García Calderón.
En diciembre de 2017 el entonces jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, envió una terna encabezada por el actual contralor, Eduardo Rovelo Pico, y los contralores internos de Salud y la Secretaría de Gobierno, Luis Carlos Arroyo Robles y Nora Nayelly Bautista Miguel, a la que la extinta Asamblea Legislativa no dio trámite, pues señaló que Morena pretendía designar un contralor carnal
con Rovelo.
Castillo recordó que una de las iniciativas de reforma al conjunto de normas del sistema anticorrupción, aprobada por el Congreso es la Ley de Auditoría y Control Interno de la administración pública local que eliminó la posibilidad de ratificar para el cargo al actual titular de la dependencia, redujo la duración de dicho nombramiento de siete a seis años y se suprimió la posibilidad de ser ratificado para un segundo periodo y le devolvió la facultad de designar a los contralores internos, que la extinta Asamblea Legislativa pretendió delegar en el mismo órgano legislativo.
Los titulares de los órganos de control interno que a su vez designe el secretario de la Contraloría General durarán cuatro años y deberán ser rotados cada bienio.
Una vez que las comisiones unidas emitan el dictamen con el nombre del titular, el resolutivo deberá ser aprobado por el voto de las dos terceras partes de los integrantes presentes en el pleno.
El Congreso reformó también la Ley de Fiscalización Superior para disponer mecanismos de coordinación de la Secretaría de la Contraloría con la Auditoría Superior y el Comité Rector del Sistema Anticorrupción.