La ópera cómica Albert Herring, musicalmente muy compleja, del compositor inglés Benjamin Britten (1913-1976) es interpretada por Solistas Ensamble del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la Schola Cantorum de México y Tempus Fugit Ensamble en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart).

Esa obra con libreto de Eric Crozier y las direcciones concertadora y escénica de Christian Gohmer y Valeria Palomino, respectivamente, ambientada en el pueblo Loxford, donde el personaje de Albert, interpretado por el tenor Ángel Ruz, es objeto de burlas al ser nombrado el rey del festival de mayo, tendrá este domingo la tercera y última función.

‘‘Britten escribió sus óperas durante las épocas más convulsas de Europa, en el periodo de entreguerras, donde la identidad del individuo estaba en franca contradicción con lo que vivían políticamente las sociedades.

‘‘Albert Herring trata de un chico que vive reprimido en las costumbres victorianas de un pueblo que se llama Loxford y ante la opresión que sufre, cuando cuenta con recursos abandona ese cuadrado en el que ha pasado toda su vida y sale su verdadera personalidad y de alguna manera se libera de las ataduras; creo que este tema puede ser muy vigente. Casi siempre las óperas de Britten tratan temas universales, prácticamente atemporales”, explica en entrevista con La Jornada Christian Gohmer (Ciudad de México, 1979). Para el director concertador, hoy no hay la represión o los prejuicios de esa época; sin embargo, hemos adquirido ‘‘una cantidad de prejuicios modernos”, así que el mensaje de la ópera de Britten sigue vigente.

Mucha experimentación tímbrica y rítmica

Gohmer considera que Albert Herring es una obra digerible para el público y compleja para los músicos y los cantantes porque la música elegida por Britten describe el carácter de cada uno de los personajes y sólo tiene una melodía o un tema con una cualidad tímbrica y rítmica que enriquece la descripción musical, pero también la vuelve compleja.

En palabras del director se trata de una obra de mucha experimentación tímbrica, rítmica y esto la hace compleja, debido a que el compositor ‘‘nunca se casó con una vertiente y tomó recursos de todas las escuelas e hizo un lenguaje propio e interesante”.

Esa obra, añade, es difícil y requiere de buenos cantantes, músicos y una gran dirección de escena y musical. ‘‘Es una ópera que escogí para mostrar el avance de Solistas Ensamble del INBA”, que ofrece sus últimos conciertos de temporada.

Valeria Palomino (Ciudad de México, 1975) apunta que realizar este montaje fue un reto por lo ‘‘complicado musical y teatralmente de la pieza, porque hay muchos personajes y sucesos distintos que se cruzan unos con otros”.

En la obra, además del tenor Ángel Ruz, participan la soprano Graciela Diez Alatriste (Lady Billows), la mezzosoprano Edith Grace Echauri (Florence Pike, ama de llaves), la soprano Angelina Rojas (Miss Wordsworth, maestra de escuela) y el barítono Óscar Velázquez (Mr. Gedge, el sacerdote).

Solistas Ensamble del INBA, la Schola Cantorum de México y el Tempus Fugit Ensamble interpretarán Albert Herring mañana a las 17 horas en el Teatro de las Artes del Cenart (Río Churubusco 79, esquina calzada de Tlalpan, colonia Country Club).