Sábado 1º de diciembre de 2018, p. 32
En la casa más antigua de Ciudad de México fue inaugurado el Centro Cultural Manzanares, en una de las zonas de mayor marginación en el centro de la capital, el cual será un lugar de expresiones artísticas y oficios para niños que habitan los barrios de La Merced, Tepito y la Candelaria de los Patos.
En la calle Manzanares número 25, justo en la zona de La Merced, se halla la vieja vivienda que ocupó una familia indígena en la época de la Conquista española en el siglo XVI y que durante ocho años fue sometida a un proceso de recuperación para rehabilitarla.
Los trabajos fueron realizados por el Fideicomiso Centro Histórico de Ciudad de México bajo la intervención y supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), debido a que se trata de un monumento protegido.
El director del INAH, Diego Prieto Hernández, y su homologo del Fideicomiso del Centro Histórico, José Mariano Leyva inauguraron el centro cultural, con el cual se busca regenerar el tejido social a través de diversas actividades.
Prieto expresó que es una iniciativa más en la que participa el INAH para el bien de residentes y visitantes del Centro Histórico, las cuales redignifican y revitalizan el patrimonio histórico.
Destacó que la vieja vivienda es la única sobreviviente de la arquitectura del siglo XVI de la capital virreinal, porque casi la totalidad de las construcciones fueron gravemente afectadas por las inundaciones e innumerables modificaciones que se hicieron en su diseño.
El Fideicomiso Centro Histórico, a cargo de José Mariano Leyva, encabezó la recuperación del inmueble que está registrado en el Catálogo de Monumentos Históricos del INAH.
Por su parte, Leyva manifestó que el Centro Cultural Manzanares 25 es un sitio donde el pasado se va a comprometer con el futuro
porque alrededor de 800 niños con problemas intrafamiliares que habitan en calles aledañas y colonias del rumbo podrán asistir, convivir y aprender en los talleres que se impartirán ahí.
En tanto, el arquitecto Juan Benito Artigas, quien ha realizado diversas investigaciones sobre el inmueble, comentó que en la página 606 de su libro México: arquitectura del siglo XVI, señala los diversos aspectos que hacían tan relevante al solar de Manzanares 25: contenía las casas de un mismo clan familiar de origen indígena que sobrevivió a la Conquista española, y por su frente corrían en el pasado las acequias Real y de Regina por donde pasaban canoas y trajineras.