El 15 Congreso Nacional Extraordinario del PRD, convocado para reformar el estatuto interno, se suspendió anoche luego de que en dos ocasiones se registraron conatos de enfrentamientos entre disidentes y seguidores de las corrientes hegemónicas.

Los altercados fueron motivados por el tipo de votación que se utilizaría para aprobar los acuerdos; es decir, mayoría simple o dos terceras partes de los presentes. Sin embargo, en el fondo estaba el rechazo a la propuesta de cambio estatutario presentada, pues ésta incluye la desaparición de la actual dirigencia y la creación de una provisional integrada por cinco personas con facultades para designar liderazgos estatales y candidaturas.

La mesa directiva del congreso, iniciado con nueve horas de retraso por problemas en el sistema de cómputo para registrar a los asistentes, puso a consideración el tipo de votación que se usaría, pero como no se contaron todos los sufragios, los disidentes exigieron que se contabilizaran confiados en que había ganado su planteamiento de dos terceras partes.

¡Cuenten los votos!, ¡cuenten los votos!, se escuchó en la carpa habilitada para la asamblea, pero la mesa directiva hizo caso omiso y procedió a leer el proyecto de reforma al estatuto.

Ello encendió los ánimos de los inconformes, quienes subieron al estrado, tiraron mesas y sillas e impidieron que siguiera la sesión. Consignas de un lado y otro se escucharon. Al grito de ¡cuenten los votos!, se contrapuso el de ¡esto no es Morena!, ¡esto no es Morena! Y luego el de “¡fuera los Chuchos!, ¡fuera los Chuchos!”

El altercado obligó a las cabezas de grupos a una negociación inmediata en medio de la carpa ubicada en las instalaciones del gimnasio olímpico. Tras varios minutos, se acordó reponer la votación, pero cuando ello pasó y se evidenció que los inconformes tenían 265 sufragios contra 500 de sus oponentes, volvieron a subir al estrado con la consigna de ¡cuéntenos bien! De nueva cuenta se jalonearon, tiraron mesas y sillas, y ante el ambiente de crispación la cúpula partidista decidió suspender hasta este domingo la sesión.

El jueves pasado, los jefes de las corrientes dieron a conocer su planteamiento de reforma. Éste también desaparece las expresiones, pero mantiene el nombre y logotipo del instituto político, así como su orientación de izquierda.

Disidentes agrupados en el llamado Bloque Alternativo, rechazaron el escrito por considerar que se pretende dar la vuelta al resolutivo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que ordena realizar ya la elección de nueva dirigencia nacional.

Luego de insistir en que se efectúen los comicios internos lo antes posible, criticaron en conferencia de prensa que se pretenda concentrar las decisiones en unos cuantos y que la desaparición de las corrientes sólo sea una medida aprobada en el papel, pero no en los hechos.

Entre quienes forman parte de los inconformes se encuentra Juan Hugo de la Rosa, presidente municipal de Nezahualcóyotl, y Omar Ortega, dirigente en el estado de México; ambos de Alternativa Democrática Nacional. También está Eduardo Venadero, dirigente en Ciudad de México del grupo Vanguardia Progresista, y gente que ha trabajado con Nueva Izquierda como el diputado Javier Salinas, así como los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, Roberto Morales e Irán Moreno.

Fuentes de los grupos hegemónicos rechazaron que se quiera dar la vuelta a la elección de la próxima dirigencia. Aseguraron que los comicios están previstos para abril y que serán organizados por el Instituto Nacional Electoral.

Estimaron que sus correligionarios en realidad están molestos porque se quedarán sin las carteras que tenían en el CEN.

En medio de este debate, los trabajadores del PRD reiteraron ayer su rechazo a ser liquidados con el argumento de que el instituto no tiene recursos económicos. En una manifestación, denunciaron que han sido presionados para que acepten la liquidación.