Antigua. El presidente Enrique Peña Nieto planteó aquí su interés en descubrir si la vida no termina al concluir la Presidencia, sino empieza después de ésta.

Tema ineludible en el contexto de la 26 Cumbre Iberoamericana, la inminente conclusión del mandato del Ejecutivo mexicano, y cuando la secretaria general del mecanismo regional, Rebeca Grynspan, le remarcó esa frase que tanto usa el presidente de Chile, Sebastián Piñera, de que existe vida luego de desempeñar esa responsabilidad, el mandatario respondió a su vez:

Sí es cierto que hay también vida después de la Presidencia, y como decía la vicepresidenta (de Colombia), a lo mejor ahí empieza la vida...después de la Presidencia. No lo sé, consideró Peña al participar por última vez en este cónclave regional.

Más adelante, en un conversatorio con empresarios iberoamericanos y en una especie de resumen de los grandes números que destaca con insistencia como resultado de su administración, el mandatario refirió la captación de 200 mil millones de dólares como inversión extranjera directa, más de 360 mil millones de dólares de inversores nacionales y la creación de 4 millones de empleos.

Porque, apuntó Peña, para que haya desarrollo y progreso en una nación, un elemento clave central es la participación comprometida del empresariado (...) que pone su mayor apuesta, su empeño personal, sus recursos precisamente para impulsar un proyecto productivo.

Y para lograrlo, sostuvo, se requiere de un entorno que propicie confianza en la inversión, y esa fue la premisa de su gobierno, aseguró. Se hizo, señaló en seguida, con varios ejes rectores, en primer lugar cuidando la estabilidad macroeconómica, aunque para ello se tomaran decisiones bien difíciles, de desgaste para el gobierno, pero indispensables para mantener finanzas públicas sanas. Asimismo, puso énfasis en la importancia de respetar la autonomía del Banco de México como responsable de la política monetaria del país.

Mencionó enseguida las reformas estructurales y la construcción de infraestructura.

Para Peña Nieto, un elemento fundamental a futuro consiste en impulsar políticas públicas que favorezcan la inclusión y la incorporación de agentes económicos y de ese modo generar condiciones de certidumbre y confianza para incrementar la inversión.

En su segunda intervención en este foro, planteó como el mayor desafío para la región encontrar soluciones conjuntas y compartidas y con corresponsabilidad a los grandes retos globales.

Desde su perspectiva, en un mundo cada vez más poblado, la meta debe ser cerrar las grandes brechas de desigualdad existentes.

Quizá este sea el motor del cambio y la revolución que se observa en todo el mundo y donde vemos fenómenos políticos verdaderamente disruptivos, que tienen que ver con los privilegios tan selectivos o para unos cuantos, consideró.

En una jornada que se inició a su llegada a Antigua con el tradicional almuerzo que en estas reuniones tienen los presidentes de México con los jefes políticos de España, Peña Nieto almorzó con el rey Felipe VI y Pedro Sánchez, jefe de gobierno.

En el conversatorio empresarial compartió micrófonos con sus homólogos de Honduras, Panamá, Andorra, Guatemala (el anfitrión) y el jefe del Gobierno español. Estaba prevista también una reunión bilateral con el guatemalteco Jimmy Morales, pero finalmente se canceló.

El mandatario cerró actividades de este primer día con su asistencia a la cena ofrecida a los jefes de Estado y de gobierno asistentes al encuentro iberoamericano.