José María Riobóo, asesor del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para el proyecto aeroportuario, arremetió contra Mitre, empresa consultora estadunidense que, dijo, no es confiable y se debe a su antiguos patrones, en relación con el proyecto de Texcoco.

Tras salir de una reunión con el futuro mandatario, el empresario consideró que lo dicho por Mitre, parte del Instituto Tecnológico de Massachusetts, de que tardarían 10 años los estudios de aeronavegabilidad necesarios para el aeropuerto que se realizará en la base aérea de Santa Lucía, es berrinche, una patada de ahogado.

A su salida de la casa de transición, aseguró que no hubieran empezado a hacer estudios en Santa Lucía ni hecho la encuesta sobre el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México si no hubiera certeza de la factibilidad de construir la terminal aérea en la base militar, y precisó que los que aún falten deberán realizarse en los próximos tres a cuatro meses, ya que hay que hacerlos con mucha urgencia.

Detalló que todos se harán de forma simultánea, incluido el de impacto ambiental, y confirmó que ya entregó planos a López Obrador sobre el carril confinado que se realizará para conectar a las dos terminales aéreas, pero aclaró que corresponde dar a conocer los detalles a Sergio Samaniego, como encargado del proyecto de Santa Lucía.

Al ser consultado sobre la opinión de Mitre de que tomarían 10 años los estudios de aeronavegabilidad de la base militar, afirmó no confiar en la empresa.

–¿No necesitan ustedes a Mitre? –se preguntó al empresario.

–Mitre no hace falta.

–¿Ustedes tendrán algo que ver con Mitre? –se le insistió.

–Todo lo contrario. Mitre se debe a sus antiguos patrones.

–¿A los que construyen el aeropuerto de Texcoco?

–Sí.

–¿La empresa está actuando de manera parcial?

–Es mi opinión, porque dijo algo que no es cierto… que no era factible Santa Lucía con el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México.

–Entonces esto de que tardarían 10 años los estudios…

–Eso es un berrinche, yo lo veo (como) una patada de ahogado.

Riobóo señaló que el actual aeropuerto se va a desahogar con la terminal de Toluca, y después con Santa Lucía. Además, mencionó que se realizarán obras en la actual terminal capitalina, lo que incluiría la eventual desaparición del hangar presidencial, mientras en Toluca, precisó, sólo se necesita que vuelvan la aerolíneas que antes operaban.

Por la mañana, integrantes de la agrupación Tlateles, del municipio de Chimalhuacán, estado de México, pidieron al presidente electo la devolución de 950 hectáreas de tierras que les expropiaron o les compraron para construir el aeropuerto en Texcoco, con el compromiso de entregar el dinero que recibieron.