Los empresarios especializados en la organización de congresos y convenciones internacionales prevén un entorno adverso durante el próximo sexenio para el turismo de reuniones, uno de los segmentos del sector de los viajes que genera mayor derrama económica.

Agrupados en el Consejo Mexicano de la Industria de Reuniones (Comir), previeron que en el corto plazo se pierda 20 por ciento de visitantes que acuden a congresos mundiales en el país, debido a las expectativas de que el futuro gobierno cancele el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y cierre las oficinas de ProMéxico en el extranjero, y advirtieron de la postergación de los procesos de inversión en el país hasta enero próximo.

Hasta ahora, dijo el presidente del Comir, Javier Salazar, hay empresas que detuvieron sus inversiones por la incertidumbre acerca de la política turística en el próximo sexenio. Se percibe la decisión de multinacionales de dejar de invertir en el corto plazo, de que van a esperar a fines de enero para saber cuál será el alcance del Plan Nacional de Desarrollo y si se invierte en México o buscan otros países para invertir, sostuvo Salazar en una conferencia de prensa.

Pide que invervenga Torruco Marqués

En este entorno, dijo, ningún destino mexicano lanzará su postulación para allegarse un congreso o una convención internacional.

Salazar consideró que la industria de reuniones requiere de un entorno de inversiones a largo plazo porque es una actividad que toma años desarrollar, tanto en recursos humanos como financieros.

Acusó al designado secretario de Turismo para el próximo sexenio, Miguel Torruco Marqués, de no emitir alguna opinión sobre las decisiones como la cancelación del NAIM y que pueden afectar al turismo.

Sobre el cierre de las oficinas de ProMéxico, Salazar consideró que el gobierno electo desconoce cómo operan estas sedes de promoción de inversiones. En Estados Unidos, por ejemplo, cada estado tiene una representación y aquí se prevé eliminarlas, agregó.

En la conferencia de prensa, Salazar expresó la preocupación de los organizadores de reuniones por el entorno hostil que les espera con la decisión de cancelar el NAIM, ya que México perderá competitividad internacional en materia de conectividad aérea.

Serán seis años muy complicados porque los empresarios de este segmento del turismo deberán incrementar los costos para trae un congreso mundial en México, señaló.