La Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) Ciudad de México indicó que la distribución de agua purificada en botellas y garrafones está garantizada, por lo que hizo un llamado a la población a no realizar compras de pánico de dichos productos.

Indicó que con el almacenamiento de agua que se hizo en los días previos al corte y la disminución de actividades en zonas laborales, comercios como cocinas económicas, restaurantes, cafeterías, cafés internet, de venta de frutas, torterías y otros alimentos, así como papelerías, tintorerías y otros giros relacionados con la actividad en empresas, escuelas y dependencias, podrán brindar servicio normal muy probablemente sin inconvenientes hasta este martes.

Ada Irma Cruz Davalillo, presidenta del organismo, indicó que tras una evaluación de las condiciones de las micro, pequeñas y medianas empresas dedicadas al comercio y la prestación de servicios por la contingencia, la actividad económica es normal, y se espera que continúe así, tras reactivarse la actividad en escuelas, dependencias, oficinas e industria tras el puente.

Más allá del corte de agua, la no actividad en zonas de oficinas, escuelas y otros centros laborales es lo que puede afectar negativamente a la actividad comercial y prestadores de servicios, por lo que al reanudarse y ser normal la actividad en escuelas y oficinas y trabajos, no se esperan pérdidas por ventas no realizadas.

A pesar de que el suministro de agua podría quedar regularizado hasta el jueves próximo, en zonas como el perímetro B del Centro Histórico y la Zona Rosa los comercios laboraron con regularidad, ya que la mayoría de la población y comerciantes no tenían conocimiento de la prolongación del corte de agua.

Barrio previsor

En el barrio chino, los dependientes de restaurantes confían en que el agua que mantienen almacenada en cisternas sea suficiente hasta el fin de la contingencia, mientras en otros negocios aseguraron que han estado recibiendo agua de la red, por lo que no han utilizado la que almacenaron.

En la calle Génova, entre Paseo de la Reforma y la glorieta de Insurgentes, unos 40 negocios, como cafeterías, restaurantes y tiendas de productos diversos, se han proveído del líquido mediante pipas; sin embrago, esta situación se vive en la zona desde que resultó afectada por el sismo del año pasado.

Esta semana he pedido tres pipas, que es lo que de manera normal solicitamos cada establecimiento a la semana, señaló Jaime Valencia, propietario de un restaurante.

Indicó que el precio de este servicio fluctúa entre mil 100 y mil 500 pesos, dependiendo de la hora en que se solicite la pipa.