Destaca la revista científica la tecnología 3D usada en la arqueología
Lunes 5 de noviembre de 2018, p. 34
El hallazgo de un cenote a ocho metros debajo de la pirámide de Kukulkán, en Chichen Itzá, dado a conocer en 2015 por científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se reafirma con su publicación en la Nature Scientific Reports, una de las revistas científicas más reconocidas a nivel global.
La importancia de este trabajo no sólo es la parte arqueológica, interesante para los estudiosos de la civilización maya, sino también por la modalidad tridimensional de tomografía de resistividad eléctrica (ERT-3D por sus siglas en inglés), única en el mundo, desarrollada por investigadores de la Universidad Nacional.
En Nature muchos investigadores de la UNAM difunden sus trabajos, pero junto con colaboradores extranjeros, y éste es uno de los artículos en que todos los autores son mexicanos, dijo René Chávez, integrante del Instituto de Geofísica (IGf) de la casa de estudios y responsable del proyecto, quien informó que a finales del año pasado se obtuvo el registro de autoría intelectual de esta técnica de iluminación
del subsuelo maya.
Andrés Tejero, de la Facultad de Ingeniería, explicó que la ERT-3D surgió a raíz de un problema de hundimientos y socavones al poniente de Ciudad de México. La colaboración con el IGf permitió su desarrollo y aplicación en cuestiones que no creíamos posibles
.
En un comunicado, la universidad señaló que esta técnica, que ha llamado la atención en el área de la exploración geofísica, no se había empleado en estructuras tan grandes como el templo de Kukulkán, monumental edificio considerado una de las siete maravillas del mundo moderno.
Esta metodología consiste en enviar corriente al subsuelo con un electrodo, mientras que otro la recibe, como si se tratara de un circuito eléctrico; otros dos miden la diferencia de potencial. La relación entre esta última y la corriente proporciona la resistividad. De ese modo se obtienen mapas en una escala a colores que indican las características del subsuelo.
Los científicos comentaron que la publicación en Nature es un logro universitario, el sitio al que pertenecemos