El número de niñas y adolescentes víctimas de feminicidio es alarmante, por ello, vestidas de Catrina y sin importar la lluvia, colectivos feministas marcharon ayer de la Plaza de la República al Hemiciclo a Juárez para exigir el cese a la violencia en su contra y se declare la Alerta de Violencia de Género en la capital del país.

Ana Elena Contreras, de la colectiva Las del Aquelarre, explicó que por tercer año consecutivo se organiza la marchas de las Catrinas, en esta ocasión, para hacer visible este delito cometido en contra de las menores de edad, porque es alarmante el número de niñas que han asesinado.

Así, con la consigna ni una más, ni un asesinato más, cerca de 200 personas salieron en caravana por la calle Ignacio Ramírez y Avenida Juárez, en Ciudad de México y, mientras simpatizantes se les sumaban, al pie del monumento a Cristóbal Colón pausaron para reclamar: En el estado de México asesinan siete mujeres por día.

Durante su marcha coreaban: Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las niñas en la cara de la gente, seguido del cántico: Gobierno, corrupto, por tu culpa estoy de luto.

Al frente caminaron las víctimas colaterales; las familias de mujeres asesinadas. Ahí estaba Araceli Orozco, madre de Lesvy Berlín Rivera Osorio, quien fue encontrada sin vida en Ciudad Universitaria. “En nuestro país están asesinando de formas cada vez más brutales a nueve mujeres diariamente (…) Por eso salimos a exigirles que cumplan con su trabajo”, expresó entre lágrimas.

También participó Sandra Soto, hermana de Serymar, que fue asesinada en Torreón en enero de 2017 en Torreón. Necesitamos andar en las calles para hacer trabajar a las autoridades, criticó.

Más tarde, en su destino, cuando el grupo sumó cerca de 400 manifestantes, los colectivos feministas reclamaron: Hoy le decimos al gobierno y a sus instituciones que nos están matando y que no están haciendo nada para prevenirlo; hoy le decimos a la sociedad indolente y alienada que abra los ojos que todos los argumentos que nos han dado para justificar la violencia contra nosotras las mujeres se caen inmediatamente cuando hablamos de violencia sexual y feminicida que ha alcanzado a las niñas.

“Sí, justamente esas jovencitas que no salen de noche a divertirse con sus amigas; las que no toman Uber como medida de autocuidado para llegar bien a sus casas; las que no se visten para provocar; esas mismas niñas que deberían –igual que las mujeres adultas– sentirse seguras y salvas en sus hogares, están siendo violadas torturadas golpeadas y asesinadas”, sentenciaron.