Mapastepec, Chis., Después de dos días de descanso y de reorganizarse en Huixtla para garantizar su seguridad, la segunda caravana de migrantes centroamericanos, reinició su marcha ayer por la madrugada hacia el municipio de Mapastepec, adonde llegaron por la tarde después de caminar o en vehículos, a lo largo de 60 kilómetros.

Hombres, mujeres y niños de Honduras, Guatemala y El Salvador, que el miércoles y jueves pernoctaron en Huixtla, salieron después de las 3 horas de manera ordenada, acompañados por integrantes de la organización Pueblos sin Fronteras, quienes afirmaron que en la caravana que ayer reinició la caminata participan alrededor de 2 mil 500 personas, pues se sumó otro grupo.

Los migrantes van ordenados porque se formaron comités de seguridad. Para evitar caminar los 60 kilómetros bajo el intenso sol, los integrantes de esta segunda caravana tomaron combis, autobuses y carros particulares para llegar a Mapastepec, dijo una integrante de Pueblos sin Fronteras que participa en el acompañamiento. Protección Civil nos ayudó a parar las unidades para que se subieran porque era la mejor opción. En el municipio de Escuintla, entre Huixtla y Mapastepec, se quedaron dos familias porque un poblador las contrató para trabajar y les ofreció casa para vivir, precisó.

Comentó que en Huixtla se quedaron algunas personas que decidieron no continuar el viaje sino regresar a Honduras, como ha ocurrido a lo largo del recorrido de la primera caravana que se encuentra ya en Oaxaca.

José Martínez y su hijo son dos de los hondureños que decidieron retornar a su nación. Está muy perro [difícil] esto y así no vamos a entrar a Estados Unidos. Ya perdí la fe, dijo el hombre.

Añadió que una vez que regrese a su país, posiblemente intente ir de nuevo a Estados Unidos, pero pagando a un coyote porque así es un poco más seguro y menos sacrificado.

Al llegar ayer por la tarde a Mapastepec los migrantes fueron instalados en el auditorio municipal y en espacios de la unidad deportiva, donde recibieron alimentación, agua y servicios médicos.

Nos han atendido superbién en México; no tengo palabras para agradecer a este pueblo. El traslado de Huixtla a Mapastepec no estuvo tan pesado porque sólo caminé cuatro horas y luego me dieron aventón, dijo Maritza, quien en Honduras dejó a seis hijos con su madre, el menor de tres años.

Soy madre soltera y tengo que luchar sola por mis hijos, porque su papá nos abandonó. Por los hijos uno tiene que hacer todos estos sacrificios; pero tengo fe 100 por ciento de que voy a llegar a Estados Unidos o al norte de México para encontrar trabajo y darles una vida mejor, señaló.

Esta segunda caravana de migrantes prevé partir este sábado en la madrugada al municipio de Pijijiapan, a 40 kilómetros de Mapastepec.