Tecuala, Nay., La sociedad civil rebasó a las autoridades de los tres niveles en la emergencia que se vive en los municipios afectados tras el paso del huracán Willa hace 10 días. Y la situación empeora, debido a las necesidades de los miles de afectados que no han sido atendidos, afirmaron organizaciones altruistas. En tanto, el gobierno del estado suspendió la instalación de los tradicionales altares de muertos en la calzada del Panteón, el cual conduce al cementerio Hidalgo, ubicado en el centro de Tepic, para que personal encargado de esa área se aboque a labores de ayuda de damnificados.

El municipio de Tecuala continúa bajo el agua. Un tractocamión quedó volteado en la autopista Tepic-Mazatlán, dos hoteles de paso están destruidos, la carretera inservible, abierta a pico y pala por los pobladores para que el agua circule tras las intensas lluvias.

Debido a que hay cientos de viviendas inundadas con lodo, así como muebles, colchones y ropa destruida que los pobladores han intentado rescatar, la sociedad civil se organizó para entregar ayuda en zonas donde es insportable el olor a agua estancada.

En la carretera a Tecuala se observa una fila de camionetas, automóviles pequeños y un torton con colchones. Sus ocupantes regalan agua y alimentos. Ayuda de Rincón de Guayabitos se lee en una cartulina que lleva al frente uno de los tres tractocamiones que regresaban de Tecuala.

En caminos vecinales y plazas públicas la gente se arremolina cuando ve llegar la ayuda. Ya no piden ropa, ahora necesitan alimentos, explica Blanca Arce, de la asociación civil Sólo con Voluntad”.

Refiere que salieron el miércoles pasado a las 5 de la mañana de Puerto Vallarta, Jalisco, con dos camionetas repletas de ropa y víveres. Cinco horas después llegó a Tecuala; dejó la ayuda en la iglesia del lugar y enfiló a la comunidad de Pajaritos. Al llegar, agrega, la gente se arremolinó buscando ropa para sus familias, después los formamos para darles despensas.

Afirma que los tres niveles de gobierno están rebasados. Si las autoridades cumpliera su función las asociaciones no existiríamos, no habría necesidad. Las organizaciones junto con la sociedad civil están haciendo mucho más de lo que se debe hacer.

En Huejuquilla, comunidad cercana, la gente duerme en los techos y sale a la plaza cuando ve que llegan con despensas. En minutos se forman en dos filas, una de ancianos y otra de jóvenes. Ahí también requieren alimentos.

El sacerdote Ricardo Carrillo López destaca la ayuda de la sociedad civil, de la cual expresa ha sido fundamental en esta emergencia. Porque la gente está de pie gracias a la solidaridad. Precisa que el pueblo se ha unido para llevar a las zonas en desgracia pipas de agua y tinacos; ayudan a limpiar el lodo y a lavar. Es increíble cómo nos hemos puesto en movimiento. Destaca que la red de agua potable y electricidad aún no se restablece en Tecuala.

Beatriz, joven solidaria del ejido Venustiano Carranza de Tepic, llevó por segunda semana alimentos que reunió entre campesinos, familiares y amigos. Trajimos 250 tortas, ropa, despensas para los damnificados y dulces para los niños, explica.

En compañía de dos adultos, añade que la gente requiere alimentos ya preparados, pues no tienen donde cocinar porque todos sus muebles se llenaron de lodo. En esta ocasión, dice que se entregaron despensas a personas previamente registradas.

Tuxpan y el poblado Los Tamarindos en Rosamorada son las zonas más afectadas, así como el Ejido Agua Verde, donde la inundación superó dos metros de altura y las actividades estan paralizadas. Incluso se reportó que las brigadas de afiliación para apoyos sociales a cargo del próximo gobierno federal no se han detenido en los ocho municipios declarados como zona de desastre.