Pekín. Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China, Xi Jinping, conversaron por teléfono y acordaron fortalecer los intercambios económicos, explicó Lu Kang, vocero del Ministerio de Exteriores.

Señaló que la conversación entre los mandatarios fue extremadamente positiva. Sin embargo, no indicó si se realizaron avances para zanjar una creciente disputa arancelaria derivada de la política tecnológica del gigante asiático. Trump y Xi acordaron que la disputa comercial debería abordarse adecuadamente a través de una consulta significativa, dijo el portavoz.

Trump manifestó en Twitter que él y Xi tuvieron una muy buena conversación y en conferencia en la Casa Blanca dijo que ha habido muchos progresos con China sobre comercio, anticipó que las dos mayores economías mundiales lograrán un acuerdo muy bueno y confirmó que se reunirá con su homólogo chino en la cumbre del G-20, en Argentina a finales de este mes.

Washington y Pekín se han impuesto mutuamente aranceles por cientos de miles de millones de dólares. Trump elevó hasta 25 por ciento los gravámenes a importaciones chinas por valor de 250 mil millones de dólares, en una disputa por los planes de Pekín para desarrollar industrias tecnológicas auspiciadas por el estado.

Horas más tarde, en medio de las declaraciones optimistas, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a otra firma china de prácticas injustas, como parte de una campaña de presión más amplia de la administración Trump hacia Pekín.

Por su parte, el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, afirmó que Estados Unidos y China no están cerca de un acuerdo para resolver diferencias comerciales e indicó que es menos optimista sobre la perspectiva de un arreglo.

Kudlow dijo a CNBC que el presidente Trump no ha pedido a funcionarios que preparen una propuesta de plan comercial para China, rechazando un reporte previo de Bloomberg en este sentido.

El déficit comercial de Estados Unidos con China creció 1.3 por ciento en septiembre, a 54 mil millones de dólares, un techo de siete meses ante el aumento de las importaciones a un máximo histórico por una fuerte demanda interna, lo que contrarrestó un repunte en las exportaciones, informó este viernes el Departamento de Comercio. El déficit comercial de bienes con China –indicador delicado desde el punto de vista político– subió 4.3 por ciento a un récord de 40 mil 200 millones de dólares.

No obstante, el crecimiento de China se enfrió en el tercer trimestre a su ritmo más débil desde la crisis financiera mundial y el sector manufacturero apenas se expandió en octubre e incumplió las expectativas debido a una caída de la demanda local y externa.

Por su parte, la economía estadunidense se desaceleró en el último trimestre, aunque menos de lo esperado, al tiempo que los más recientes indicadores de la zona euro parecen mostrar que la expansión de la actividad pierde impulso.

El índice MSCI de acciones mundiales perdió 7.5 por ciento en octubre, su peor mes desde mayo de 2012.