Viernes 2 de noviembre de 2018, p. 12
Ciudad Juárez, Chih., Este jueves se incrementó de 25 a 122 el número de migrantes centroamericanos y cubanos apostados en el puente internacional Santa Fe –también llamado Paso del Norte–, quienes buscan que el gobierno de Estados Unidos les otorgue asilo, con el argumento de que son víctimas de la violencia.
Los indocumentados son contenidos permanentemente por policías y agentes de la Patrulla Fronteriza estadunidenses, armados con rifles, pistolas y uniformes tácticos, quienes no les permiten acercarse a las oficinas de Migración, lo que ocasionó que unos 20 hondureños recién llegados fueran al puente internacional Zaragoza, donde a medio puente les impidieron ingresar a Estados Unidos.
Ayer, igual que en los cinco días recientes, autoridades del país vecino cerraron los puentes que unen El Paso, Texas, con Ciudad Juárez, como prácticas de preparación para cuando llegue la caravana
e impidieron cruzar a pie o en automotores por lapsos que fueron de 15 a 45 minutos.
El martes, 25 mujeres que llevaban cinco días esperando que se escucharan sus peticiones de asilo fueron recibidas en El Paso, donde las enviaron a un centro de detención de migrantes; ahí estarán hasta que un juez decida su situación. En 97 por ciento de los casos atendidos en dicha ciudad los solicitantes son deportados.
Activistas afirmaron que los centroamericanos creyeron que esas mujeres recibieron asilo, y por eso ayer llegaron en masa. Ciudadanos mexicanos y de Estados Unidos, así como instituciones y autoridades, donaron cobijas, chamarras y ropa a los migrantes, pero son insuficientes, según la Cruz Roja.