La Comisión Nacional del Agua (Conagua) dejará pendientes cuatro grandes obras en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, entre ellas el Túnel Emisor Oriente (TEO), que se comenzó a construir en el sexenio de Felipe Calderón y debió concluirse hace seis años.

Luego de una reunión de trabajo de la Comisión de Recursos Hidráulicos del Senado, Roberto Ramírez de la Parra, director del organismo, explicó en entrevista que las obras que no se han concluido son el túnel Churubusco Xochiaca, que se terminará en 2020; el TEO –cuyo costo se elevó en 261 por ciento para llegar a alrededor de 20 mil millones de pesos–; el manejo de caudales para la entrada del TEO y la tercera línea del Sistema Cutzamala, que acabará su construcción a principios de 2019.

Durante la reunión con los senadores, el funcionario fue cuestionado sobre los decretos de las reservas de agua. Explicó que existió mucha desinformación: hay que entender el objetivo, para que el próximo gobierno tome una decisión, continuaremos hasta el último día y entregaremos las cuentas.

Señaló que la Conagua no es constructora, debe fijar las políticas públicas, y eso debe hacer la siguiente administración, para dejar de sobrexplotar los acuíferos y las reservas de agua.

Explicó que la Conagua acordó con el equipo de transición aplazar la entrada en vigor de la solicitud de concesiones por Intenet –por el sistema Conagua Digital–, al señalarse que era un proceso discriminatorio que exigía la firma electrónica para realizar ese trámite, y no todos los usuarios cuentan con ella.

En defensa de los decretos de de junio pasado –organizaciones advirtieron que era una forma de privatizar el líquido, ya que se levantaron las vedas de 10 cuencas–, dijo que se han recibido 292 solicitudes de concesiones del líquido, pero ninguna se ha autorizado. Argumentó que la mayoría de ellas (195) son de uso agrícola; sólo cinco han sido de carácter industrial, lo que indica que la mayoría son para hacer más productivo el campo.

Detalló que 11 por ciento del agua estaba vedado en las nueve cuencas hidrológicas en las que se establecieron los decretos y en el resto del recurso disponible se podían entregar concesiones. Ahora, con los decretos, 2.87 por ciento del líquido de la cuenca se puede concesionar, una cantidad realmente pequeña de los 287 mil millones de metros cúbicos disponibles en esas zonas.