La iniciativa privada manifestó su preocupación por las reacciones de diversas calificadoras tras el anuncio de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, pero no prevé una crisis económica.

En entrevista, Nathan Poplawsky Berry, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Ciudad de México, descartó que ante la decisión del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, los capitales dejen de llegar al país, pero consideró que la credibilidad depende también del respeto a los contratos firmados para obras transexenales.

Señaló que a la IP le preocupa la devaluación de la moneda o la baja en la Bolsa Mexicana de Valores, como se ha observado desde el lunes pasado, pero lo que más inquieta es la reducción en las calificaciones, como sucedió con HR Ratings, que modificó de estable a negativa la perspectiva de la deuda soberana de México, o Fitch, que ayer también la cambió a negativa.

Acotó que con esto se encarecen las deudas exterior e interior del gobierno de México. El costo que tendremos por esas calificaciones es que tenemos que pagar todos los que aquí vivimos, dijo.

Poplawsky Berry descartó que exista el riesgo de una crisis económica, pero dijo que es importante recuperar la credibilidad en los mercados internacionales con la finalidad de resarcir la calificación de los bonos de la deuda y evitar el aumento del costo del servicio de la misma.

Al preguntarle sobre las expresiones de López Obrador de que el propósito de algunos empresarios era adueñarse de los terrenos de la actual terminal aérea para convertirlo en otro Santa Fe, respondió que respetan su opinión, pero no coinciden con él, puesto que quien decidirá el futuro de esas propiedades –en caso de continuar la obra en Texcoco– es el gobierno que encabezará por ser el legítimo dueño.

Al igual que otros representantes del sector privado, reiteró que la decisión de cancelar la obra en Texcoco es un error e invitó al presiente electo a escucharlos para concluirla. Agregó que la IP está preocupada por los empleos, pues al ser especializados son bien remunerados. Dijo desconocer qué pasará con todas las personas que quedarían sin trabajo tras la posible cancelación del NAIM.

Agregó que también hay preocupación por la zona de la base militar de Santa Lucía, en Zumpango, pues las comunidades aledañas no quieren una terminal aérea ahí y habrá un desplazamiento de 3 mil familias de militares. Por esa razón insistirán en que continúe la obra en Texcoco financiada por la IP.

En otro foro, Marcelo Hernández, presidente del comité de seguridad del American Chamber México, dijo que la cancelación del NAIM habla de la credibilidad y de la confianza como país.

Indicó que los contratos firmados para la obra que se edifica en Texcoco deben honrarse, pues al final de día lo que está en juego es la credibilidad como nación. Pese a ello, indicó que México seguirá ofreciendo grandes oportunidades por el tamaño de la población, de la clase media, la solidez de sus instituciones y la proximidad con la economía más grande del planeta.

Consideró que aún no hay nada oficial y las obras seguirán hasta que termine el sexenio actual: por lo pronto, nada está consumado.