A partir del próximo lunes, cuando miles de alumnos regresen a sus escuelas de prescolar, primaria y secundaria en la capital del país, luego de la suspensión de actividades por el corte masivo en el suministro de agua, podríamos enfrentar una severa emergencia de abasto en planteles que resultaron con daños en sus cisternas por los sismos de septiembre de 2017, alertaron directores y profesores frente a grupo.

Señalaron que sólo en la zona oriente de Iztapalapa en varios centros escolares tenemos poblaciones superiores a 600 alumnos, pero la única estrategia del gobierno de Ciudad de México (CDMX) fue entregar tinacos de mil 200 litros de capacidad, lo que resulta totalmente insuficiente para atender a la población escolar.

Francisco Bravo, director de la escuela primaria Leonardo Bravo, ubicada en la alcaldía de Cuauhtémoc, que se verá afectada por la suspensión total del suministro de agua, destacó que “no hubo ninguna instrucción específica a las escuelas.

En nuestro caso garantizamos tener a su máxima capacidad la cisterna del plantel, pero sólo será suficiente para cubrir las necesidades del próximo lunes, de no contar con un suministro regular enfrentaremos un desafío, porque no hay un plan B planteado por las autoridades.

Emergencia en Iztapalapa

Profesores de las escuelas José María Lafragua, Concepción Rivera y Paula Alegría, ubicadas en la zona oriente de Iztapalapa, destacaron que reportaron a las autoridades correspondientes que se trata de centros escolares que sufrieron diversos daños por los sismos de septiembre de 2017, entre ellos, fracturas de sus cisternas, pero no somos las únicas escuelas con este problema.

La solución que presentó el gobierno de CDMX, refirió Roberto Gómez, profesor de la primaria Lafragua, fue citar a los directores para hacer entrega de tinacos de mil 200 litros, y aunque explicamos que en varios planteles hay sobrepoblación, porque se trata de alumnos reubicados tras los sismos, y esa capacidad de almacenamiento será insuficiente, simplemente se nos dijo que no había otra solución.

Los educadores recordaron que en las escuelas afectadas en su infraestructura se ha mantenido el uso de aulas prefabricadas, al igual que sanitarios, los cuales tienen un mantenimiento deficiente, lo que nos obligó a solicitar a los padres de familia que acarren agua para garantizar la limpieza mínima de los sanitarios, pero de no restablecerse con regularidad el servicio a partir del lunes, estaremos ante una emergencia por falta de agua en las escuelas.

Según cifras de la Secretaría de Educación Pública, sólo en la capital del país suspenderán sus actividades educativas este 31 de octubre y primero de noviembre las 4 mil 300 escuelas públicas de formación básica, adonde acuden 1.3 millones de alumnos, debido a la suspensión del suministro de agua, mientras que el 2 de noviembre es día inhábil. Los planteles particulares definirán si se suman a la medida.