La Ciudad de México es una de las entidades que tienen el mayor rezago en cuanto a la integración de su sistema local anticorrupción, aseguró ayer la presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa (TJA), Yasmín Esquivel Mossa.

En reunión con empresarios de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y en entrevista posterior destacó que si bien en los últimos días se han dado los primeros pasos en el Congreso capitalino, es importante que se acelere el paso para evitar que se prolongue hasta el próximo año la aprobación de dicho esquema.

Remarcó que en todos los estados de la República tenemos casi ya integrado el sistema anticorrupción, y la Ciudad de México es uno de los pocos que no lo ha integrado; es de los que tienen mayor rezago, de los que tienen pocos avances.

Mencionó que por ley ese sistema debió estar listo desde hace un año. La anterior Asamblea Legislativa no dio los pasos necesarios para tener ese sistema local anticorrupción, pero ahora el nuevo Congreso local ya los está dando.

–¿Se podría posponer por la discusión del presupuesto de la ciudad para 2019?

–Esperemos que no sea así y que los congresistas tengan la posibilidad de sacar el presupuesto y el sistema local y no se quede hasta el próximo periodo, que es en febrero.

Respecto de la mención que se ha hecho de ella como posible ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, expresó que hasta el momento sólo se le ha incluido en notas periodísticas, pues no tengo absolutamente nada oficial; no he recibido ninguna notificación, y por tanto estamos pendientes haciendo nuestro trabajo y nuestra función al frente del tribunal.

Tras admitir que sí le interesaría llegar a ese cargo, respondió a los señalamientos de que podría verse favorecida por su relación con su esposo, el empresario José María Riobóo, a quien se ubica como muy cercano al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. Yo creo que son rutas distintas, carreras diferentes. Yo tengo 35 años en el servicio público, y al ingeniero Riobóo lo conocí hace siete años. Tengo una carrera totalmente independiente a los empresarios, entre ellos a mi esposo. Cuando lo conocí ya había sido magistrada federal y era magistrada en el TCADF. Él tiene sus proyectos y su carrera, y yo la mía.