Atractivos costos financieros
ocas veces en la historia el financiamiento se ha mantenido a costos tan competitivos como en los momentos actuales. En Europa, nos recordaba Carlos Slim en México Cumbre de Negocios, se pueden conseguir créditos para grandes proyectos a tasas de 2 por ciento anual y en muchos casos son menores a los niveles de inflación.
Los gobiernos y las empresas que tienen buen historial crediticio pueden pedir financiamiento para construir grandes obras de infraestructura y plantas industriales a muy bajos costos, ya que lo que pagarán de intereses es menor o muy cercano al alza de precios generalizado.
Esta inusual situación en los mercados globales se debe a diversos factores, entre los que se encuentran el aumento de dinero en circulación generado por los gobiernos durante la pasada década para estimular las economías de Estados Unidos, Europa y Japón, a raíz de la recesión mundial de 2008. Otro elemento es la menor demanda de recursos financieros por parte de gobiernos y empresas, por lo que los prestamistas están dispuestos a recibir bajos intereses; y el tercer elemento ligado al anterior es que algunas economías desarrolladas, sobre todo las de Japón y Europa, tienen un lento crecimiento o se encuentran relativamente estancadas, por lo que no utilizan los miles de millones de dólares que circulan por el mundo.
En estas condiciones, los grandes proyectos de infraestructura que se desarrollarán en el próximo sexenio, tales como aeropuertos, carreteras, ferrocarriles, presas o refinerías aún pueden obtener financiamiento barato.
Se sabe que la administración de López Obrador orientará la mayor parte de los recursos públicos a obras que apoyen directamente a la población mediante la generación de empleos y de infraestructura para las mayorías, y que llevará a cabo diversos esquemas para que la iniciativa privada se encargue de la construcción de obras, como aeropuertos y trenes. Bajo ese modelo de desarrollo, el financiamiento que existe en los mercados internacionales, y en especial en Europa, jugará un papel muy relevante, porque el costo de las obras, tanto públicas como privadas, será muy competitivo.
Lo que sí es muy importante es que el programa de inversiones y los esquemas a desarrollar se definan lo más pronto posible, ya que los bajos costos financieros pueden cambiar durante los próximos años.