Martes 30 de octubre de 2018, p. 6
Guanajuato, Gto., Las estudiantinas, indisociables de la cultura guanajuatense, como cada año durante el Festival Internacional Cervantino ofrecen a los visitantes nacionales y extranjeros las tradicionales callejoneadas amenizando el paseo con canciones típicas mientras se recorre gran parte del centro histórico de la ciudad.
A las personas se les recomienda llevar zapatos cómodos para desplazarse y sobre todo tener la actitud de divertirse, al mismo tiempo que se conocen historias de esta capital, se canta y se baila. Generalmente los puntos de reunión de los grupos son las escaleras del Teatro Juárez, el Jardín de la Unión y la plaza central.
Jóvenes integrantes de la Estudiantina Tradicional compartieron con La Jornada que las callejoneadas son un ‘‘acto divertido y con el Cervantino las personas interactúan más y vienen con el afán de divertirse sanamente”.
Christopher, perteneciente a ese colectivo, además de recordar que uno de los orígenes de las estudiantinas está vinculado con los Entremeses cervantinos, fundados por Enrique Ruelas, dijo que durante el festival atienden grupos de 75 y 90 personas. ‘‘Este Cervantino hemos tocado seguido, pero está tranquilo hoy”.
Leyenda del callejón del Beso
En los callejones iluminados de la ciudad, los sonidos de guitarra, mandolina, bandurria, contrabajo y pandereta acompañan el canto de los jóvenes. ‘‘De colores, de colores se visten los campos en la primavera. De colores, de coloresson los pajarillos que vienen de fuera.”
La tradición de las estudiantinas comenzó en 1962, cuando un grupo de jóvenes universitarios formaron la primera estudiantina de la Universidad de Guanajuato, con música de origen español, y tonadas alegres para que las personas al escucharlas disfruten una agradable melodía.
La estudiantina de esa casa de estudios es considerada la primera en el continente americano y algunos autores ubican sus orígenes en 1881. Sin embargo, el 13 de abril de 1963 es la fecha oficial del debut del grupo universitario en una presentación musical en los Entremeses cervantinos.
La ciudad de Guanajuato tiene unos 3 mil 600 callejones y en el recorrido con la estudiantina se pueden visitar siete, entre los que sobresale el del Beso; ahí los chicos de la tuna cuentan una historia triste de amor. De acuerdo con la tradición, las parejas deben besarse en el tercer escalón, pues de no hacerlo padecerán siete años de mala suerte, pero si se besan tendrán 15 años de buena fortuna y si el ósculo es con un guanajuatense se les auguran 30 años de felicidad.