Ankara. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció ayer que el fiscal general saudita, Saud al Mojeb, viajará el domingo a Estambul para contribuir a la investigación sobre el asesinato del periodista opositor Jamal Khashoggi, y afirmó tener más pruebas relacionadas con el crimen.

El fiscal del reino se reunirá también con sus homólogos turcos, explicó Erdogan, quien indicó que tiene otra información y evidencias de la muerte de Khashoggi y señaló que éstas eventualmente se harán públicas. No tiene sentido ser demasiado apresurado, ironizó el mandatario como señal de que Ankara está preparada para mantener la presión sobre Riad, incluso mientras el reino busca desesperadamente poner fin a esta crisis.

El presidente turco también criticó las declaraciones iniciales de Arabia Saudita, que afirmaban que Khashoggi salió del consulado ileso después de ingresar al inmueble para realizar un trámite relacionado con su matrimonio, luego de que esta semana la cadena estadunidense CNN reveló que el día del asesinato fue utilizado un doble del periodista para tratar de ocultar su asesinato.

El jueves pasado, Arabia Saudita cambió una vez más su narrativa sobre la muerte del colaborador árabe de The Washington Post y basándose en información turca reconoció que el asesinato de Kashoggi fue premeditado, en un intento de aliviar la indignación internacional por el escándalo de la desaparición del crítico del príncipe heredero Mohammed bin Salman, quien señaló que este crimen es un delito atroz que no puede justificarse.

En tanto, la fiscalía de Estambul emitió una solicitud de extradición contra los 18 sauditas sospechosos de estar implicados en el asesinato de periodista en el consulado de su país el 2 de octubre, anunció el ministerio turco de justicia.

Las autoridades turcas entregaron los nombres de los presuntos responsables para que los comunique por vía diplomática a las autoridades sauditas, precisó el Ministerio de Justicia turco. El 20 de octubre Riad anunció la detención de 18 personas, 15 miembros de un comando asesino, así como tres empleados del consulado.

El martes Turquía pidió que los sospechosos sean juzgados en Estambul y no en Arabia Saudita, aunque el crimen haya sido cometido por sauditas dentro de su consulado, y que los responsables revelen el paradero de los restos del comunicador, quien supuestamente fue desmembrado en la legación.

Asimismo, la prometida de Kashoggi, Hatice Cengiz, de nacionalidad turca, reveló en una entrevista con la televisora turca HaberTurk que el reportero asesinado era amigo del presidente Erdogan. Añadió que no ha recibido ninguna expresión de condolencia de funcionarios sauditas tras la muerte del periodista.

En este contexto, el Kremlin aseguró que no había razones para no creer a la familia real saudita, que negó su implicación en la muerte de Khashoggi, al tiempo que el presidente francés, Emmanuel Macron, criticó como pura demagogia los llamados a detener la venta de armas a Riad en respuesta al asesinato del periodista.